Así lo trasladó en el primer acto del partido tras su ratificación como candidato, en caso de que finalmente se vaya a las urnas el próximo 4 de mayo si los jueces ratifican la disolución de la Asamblea en detrimento de las mociones de censura del PSOE y Más País.

Gabilondo defendió su oferta de “cambio”, no solo en la Presidencia, sino también en las “formas de gobierno y de política”. El portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, que sonaba como futuro Defensor del Pueblo, reconoció que sigue al frente porque “tengo que responde a la generosidad del PSOE y tengo que hacerlo con responsabilidad”.

Ante sus “pero” de los últimas días en sus afirmaciones sobre si sería el candidato, cuando siempre respondía que el candidato sería el que eligiera el partido, explicó que lo hacía, “no por reticencia, sino por respeto al PSOE” porque “es el partido el que tiene que decidirlo”.

En este contexto, señaló, en clave aristotélica, que “no hay que emocionarse más que el auditorio” y reivindicó que la “política no es solo el arte de los acuerdos sino del cumplimiento de los acuerdos”.