Los jóvenes (Jonas, de 19 años, y Francky, de 20) fueron detenidos el pasado 25 de julio cuando estaban en un automóvil frente a un club nocturno de la capital de Camerún, Yaoundé.

Ambos están acusados en virtud de la sección 347a del Código Penal camerunés, que tipifica como delito los actos sexuales cometidos entre personas del mismo sexo, y se encuentran detenidos en la prisión central Yaoundé Kondengui.

"Dado el alto nivel de homofobia sancionada oficialmente en Camerún, los detenidos bajo esta ley corren el riesgo de ataque o de otras formas de malos tratos por parte de compañeros de prisión o por las autoridades carcelarias por su presunta orientación sexual", dijo Erwin van der Borght, director del Programa para África de Amnistía Internacional.

Van der Borght pidió que Camerún derogue "esta ley draconiana". "Al detener a las personas únicamente por su presunta orientación sexual, el Gobierno de Camerún está violando de manera flagrante los tratados internacionales de derechos humanos que ha firmado o ratificado", apuntó.

Amnistía Internacional afirmó que si Jonas y Francky son declarados culpables, podrían enfrentarse a una pena de hasta cinco años de prisión.

Esta organización recordó que en marzo de este año Jean-Claude Roger Mbede fue condenado a 36 meses de cárcel después de mandar mensajes por teléfono móvil a un hombre y está cumpliendo condena en la prisión central de Kondengui, "conocida por su hacinamiento, mala alimentación y suministros inadecuados".

Amnistía subrayó que en Camerún se producen "de forma regular" arrestos, detenciones y juicios a gais, así como a personas sospechosas de ser homosexuales.