A falta de poder analizar con detenimiento las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros, el sindicato apunta en un comunicado que esas ayudas son "necesarias" para las empresas más afectadas por la pandemia, y alerta de que su éxito dependerá de que lleguen "a tiempo" a las que son viables y que "no terminen financiando empresas zombis que terminen cerrando tras recibir el dinero público".

Para ello, considera que la Agencia Tributaria "tiene un importante papel que jugar en cooperación con las comunidades autónomas".

El sindicato subraya que el objetivo de las ayudas debe ser "reequilibrar las estructuras de pasivo de aquellas empresas viables que, como consecuencia de la pandemia, han visto cómo las pérdidas recortaban su capital hasta ponerlas al borde de la insolvencia o hacerlas insolventes; o que han elevado en exceso su endeudamiento comprometiendo su viabilidad futura al elevarse sus costes financieros por amortización de principal y/o pago de intereses".

Así, precisa que esas ayudas financiadas por los contribuyentes tienen sentido "en el caso de familias y personas vulnerables, pero son más cuestionables para unidades productivas", si bien en el caso de autónomos y microempresas "pueden ser la opción más viable para evitar males mayores". "Para el resto de casos hay otras fórmulas más recomendables, como la participación temporal en el capital o los créditos participativos con períodos amplios de carencia y amortizado, y que solo generan rendimiento si hay beneficios".

El sindicato explica que trasladó al Gobierno la necesidad de establecer "condicionantes sociales" a la puesta en marcha de ayudas directas y que solo algunas se han visto reflejadas en lo aprobado por el Gobierno. Por ejemplo, cree que el pago de nóminas atrasadas o el mantenimiento del empleo debería haber sido preferente, como lo ha sido la prohibición de reparto de dividendos.

Además, expresa su preocupación por la posibilidad de que sean los bancos quienes decidan a qué empresas se les reestructura o cancela la deuda, y reclama que las posibles quitas sean asumidas en parte por los bancos.