La decisión se ha tomado “como medida cautelar” porque, dicen las autoridades castellanoleonesas en un comunicado, el lote “ha sido relacionado con posibles efectos adversos graves en Austria y Dinamarca”.

Sin embargo, la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que ya investiga el lote, dijo que, a priori, los casos de trombosis detectados “no sugieren relación con la vacunación”.

En concreto, se han dado 22 casos de trombosis entre tres millones de personas vacunadas con la fórmula de AstraZeneca, por lo que los casos en personas vacunadas “no son más que entre la población en general”.

Para la EMA “un defecto en la calidad de la vacuna es considerado improbable en este punto”, aunque seguirá investigando.

Castilla y León argumenta que la decisión de paralizar la vacunación con estas dosis “se toma atendiendo al principio de precaución que ha de regir ante este tipo de situaciones”, aunque reconoce que en su región “no se ha registrado ningún efecto adverso grave por la inoculación de este tipo vacunal ni de las otras vacunas”.

De hecho, en su propio comunicado recoge lo ya dicho por la EMA respecto a que “el número de casos de trombosis en la población vacunada no es mayor que entre la población general”.

Aun así, ha decidido suspender estas vacunaciones “hasta que las investigaciones en marcha concluyan con un dictamen definitivo”.

La ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ya aseguró esta misma mañana que España no suspendería la vacunación con dosis de AstraZéneca porque "no se ha declarado ninguna reacción adversa", a pesar de que nueve países europeos han decidido paralizar la vacunación con este lote.