La mitad de la materia orgánica de los lagos de alta montaña procede del Sáhara

MADRID
SERVIMEDIA

Un estudio internacional en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) concluye que cerca de la mitad de la materia orgánica presente en los lagos alpinos procede del polvo atmosférico, en lugar de provenir de la fotosíntesis que realizan los organismos acuáticos.

Según explicó el CSIC, el polvo atmosférico, que proviene en su mayor parte del Sáhara y del Sahel, ejerce así una influencia directa e indirecta en la evolución de la materia orgánica disuelta en este tipo de lagos, lo que a su vez también juega un importante papel en aspectos como la atenuación de la luz en la columna de agua y en su calidad.

La investigación, publicada en la revista "Nature Communications", ha analizado el ciclo del carbono orgánico en 86 lagos recónditos y con climas extremos de todo el mundo.

Para el investigador del CSIC Antonio Delgado, del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, los lagos de alta montaña "constituyen un buen indicador para tomarle el pulso al planeta y evaluar los efectos de los procesos naturales y de los ocasionados por el ser humano".

Así, este experto asegura que en lagos situados en parajes montañosos de zonas recónditas se han encontrado restos de contaminantes y otras señales que muestran la influencia del hombre en ciclos tan importantes para la Tierra, como los del azufre, el nitrógeno o el carbono.

"Hemos visto que el cambio en el uso de la tierra y el calentamiento global están incrementando notablemente los aportes de polvo de origen africano que es distribuido a escala global por la circulación atmosférica", añade Delgado.

La investigación se ha centrado en el análisis las propiedades ópticas de la materia orgánica disuelta y su evolución en relación con parámetros como polvo atmosférico, radiación ultravioleta, precipitación anual, porcentaje de la cobertura vegetal, altitud, tiempo de residencia del agua, concentración de clorofila y abundancia de bacterias, entre otros.

Además del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, entre los participantes españoles en esta investigación se encuentran el Centro de Estudios Avanzados de Blanes, también del CSIC, el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva, el Instituto del Agua y el Departamento de Ecología de la Universidad de Granada.

(SERVIMEDIA)
11 Ago 2011
LLM/caa