Así lo aseguraron la presidenta de la AVT, Maite Araluce, y la presidenta honorífica de esta asociación, Ángeles Pedraza, durante el acto recordatorio del 11-M que esta entidad celebró como cada año en el Bosque del Recuerdo del parque del Retiro, al que asistieron diversas autoridades políticas.

El acto contó con la presencia del delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco; el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez; el director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo; la directora de la Guardia Civil, María Gámez: el consejero de Justicia de Madrid, Enrique López; el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida; y la vicealcaldesa Begoña Villacís.

Entre los representantes políticos estuvieron el líder del PP, Pablo Casado; la de Ciudadanos, Inés Arrimadas; el portavoz de la formación naranja en el Congreso, Edmundo Bal; el portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith; el ex consejero de Transportes madrileño Ángel Garrido; y la diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo.

“NUEVA VICTIMIZACIÓN”

El acto por el 11-M consistió en las intervenciones de presidenta de la AVT y la presidenta honorífica de esta asociación, tras lo cual se soltaron globos blancos en recuerdo de los asesinados en la masacre de Madrid del 2004 y se llevó a cabo una ofrenda floral en el llamado Bosque del Recuerdo del Retiro.

En sus intervenciones, Araluce y Pedraza expresaron su “rabia” por el acercamiento masivo de presos de ETA y porque Sánchez esté contando con el apoyo en el Congreso de EH Bildu y considerando a sus diputados como “aliados políticos preferentes” pese a que no han condenado abiertamente la trayectoria criminal de la banda etarra.

En este sentido, Pedraza dijo al presidente que “no todo vale por un sillón”. “Ni la conformación de un Gobierno”, afirmó, “ni el sacar adelante unos Presupuestos justifican pactar con los herederos de Batasuna-ETA y más cuando sus máximos dirigentes siguen sin condenar la violencia de ETA y justificando algunos de sus asesinatos”.

En este sentido, se lamentó de lo “caro” que será para las víctimas del terrorismo la “permanencia” de Sánchez en Moncloa, al tiempo que se preguntó “qué han pactado para que Marlaska no pase a la historia como el juez ejemplar que combatió a ETA sino como el ministro que cedió a ETA y humilló a sus víctimas·”.

Por su parte, Araluce se refirió a que “Bildu no es un partido progresista ni es un partido que tenga una agenda social: es el partido heredero del brazo institucional de ETA”. Añadió que “el protagonismo político de Bildu, los traslados y progresiones de grado de presos etarras sin colaborar con la justicia y los actos de homenaje a los terroristas provocan un impacto negativo en las víctimas del terrorismo que podría ser catalogado como de nueva victimización”.