Alzheimer
Mejoran la sensibilidad del diagnóstico de las fases iniciales de la enfermedad de Alzheimer
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Científicos del consorcio europeo Amyloid Imaging to Prevent Alzheimer’s Disease (Amypad), liderados por el centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall en Barcelona, han mejorado la sensibilidad del diagnóstico de las fases iniciales de la enfermedad de Alzheimer.
Según informó este jueves la Fundación Pasqual Maragall, los científicos analizaron si el método que se utiliza en la práctica clínica para diagnosticar el alzhéimer con una Tomografía por Emisión de Positrones (PET) de amiloide, es también capaz de detectar las fases más incipientes de la enfermedad.
El estudio concluyó que este sistema, basado en la evaluación visual, es útil para distinguir las fases iniciales, y propone una nueva metodología para determinar la extensión de la patología en diferentes regiones del cerebro.
“Nuestro trabajo aporta un método fácilmente aplicable en la práctica clínica que permitirá un diagnóstico más sensible de las fases más incipientes del alzhéimer, similar al que hacemos en el ámbito de la investigación”, explicó el doctor Juan Domingo Gispert, autor principal del estudio y responsable de un grupo de trabajo del consorcio Amypad y del grupo de Neuroimagen del centro de la Fundación Pasqual Maragall, el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC).
El estudio se presentó como una comunicación destacada en el International Conference on Alzheimer’s and Parkinson’s Disease, que se celebra estos días de forma virtual, y estuvo distinguida con el premio Junior Faculty Award. El proyecto contó con la colaboración de investigadores del Ciber de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (Ciber-BBN), y se publicó en la revista científica 'European Journal of Nuclear Medicine and Molecular Imaging'.
PET DE AMILOIDE
El PET es una técnica de neuroimagen que, utilizada con un trazador concreto, sirve para detectar la proteína beta amiloide en el cerebro. Esta proteína es el primer signo medible del alzhéimer, y puede empezar a acumularse anormalmente en placas hasta dos décadas antes del inicio de los síntomas.
En el ámbito de la investigación, esta prueba proporciona una gran cantidad de información sobre la presencia y extensión de estas placas, y permite cuantificar numéricamente, con una escala llamada Centiloid, qué grado de afectación tiene el participante o paciente. En cambio, en el ámbito clínico, los profesionales hacen una lectura visual de las imágenes, de carácter exclusivamente cualitativo, siguiendo unos protocolos establecidos que llevan hacia un único resultado: positivo o negativo.
En el estudio participaron, por una parte, 352 personas de entre 45 y 75 años, sin alteraciones cognitivas y con diferente riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, provenientes del Estudio Alfa del BBRC, impulsado por la Fundación ”la Caixa”. Y por otra, 145 personas con demencia o problemas cognitivos leves inscritas en la cohorte holandesa Amsterdam Dementia Cohort. Para confirmar la validez de los resultados, los investigadores también analizaron 28 cerebros post mortem.
PARTICIPANTES
Según la primera coautora del proyecto e investigadora del Ámsterdam University Medical Centre, Lyduine Collij, “los resultados de esta investigación han sido posible gracias a la colaboración de tres partners del proyecto AMYPAD, a la combinación de las dos cohortes, que cubren todo el espectro de la enfermedad, y a la participación de expertos en la lectura visual del PET de Amiloide”.
Por su parte, la segunda coautora e investigadora del BBRC, Gemma Salvadó, destaca que “el trabajo en red ha permitido elaborar una serie de recomendaciones para detectar visualmente de forma más sencilla la acumulación de la proteína beta amiloide, y poder clasificar su extensión en regiones del cerebro que sabemos que están afectadas antes de la enfermedad de Alzheimer, como son el precúneo o el córtex orbitofrontal medial”.
(SERVIMEDIA)
11 Mar 2021
ABG/clc