Benito cree que las protestas no se están abordando "con la seriedad que requiere" y por eso se están "enconando", añadiendo a lo que ya era un problema social y político otro de seguridad ciudadana.

España no está en estado de excepción, subrayó, y por tanto no se puede impedir ni limitar la libre circulación por la vía pública.

Los cortes se deben, en su opinión, sólo a la "cabezonería" de las dos partes, de los movilizados que se empeñan en volver a Sol y de la Delegación del Gobierno que quiere impedirles la entrada a toda costa.

Alguien desde las instituciones "tendría que hablar" con los movilizados para buscar una solución intermedia, dijo Benito, aunque eso es "complicado" dado el rechazo de los impulsores del 15-M a la interlocución con los políticos.

Mientras, criticó que el ministro del Interior, Antonio Camacho, esté "desaparecido" y que la Delegación del Gobierno sólo sea capaz de ordenar dispositivos de seguridad, sin dar ninguna otra solución de fondo.