En la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso de los Diputados, Casado recordó a Sánchez que ayer el Parlamento Europeo retiró la inmunidad al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont “en contra de los socios de Podemos del Gobierno, esos que le llaman exiliado insultando a la democracia española”.

El presidente de los populares consideró que sólo por eso Sánchez tendría que “cesar hoy mismo” a su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y también “romper con EH Bildu”, tras recriminarle que “acercan al asesino de nuestro compañero Goyo Ordóñez”, asesinado por la banda terrorista ETA.

En su reflexión inicial, Casado también denunció que “toda esta hipocresía coincide con el 8-M”, el “símbolo de las mentiras” de Sánchez, dijo, ya que “ocultó la pandemia mientras ponía en riesgo a miles de mujeres”. “El drama sanitario” dio paso “al drama social”, censuró, y preguntó al jefe del Ejecutivo una valoración sobre las cifras de paro en España.

Sánchez le recordó que “la humanidad se ha enfrentado a la mayor calamidad de los últimos 100 años y hemos hecho lo mismo que el resto de economías del mundo” al tener que cerrar las actividades económicas para frenar la curva de contagios y “salvar vidas y defender la salud pública de todos los compatriotas”.

“Eso ha hecho lógicamente que en un país tan dependiente del sector del turismo como el nuestro la caída de la actividad económica sea de dos dígitos y lógicamente que se destruyan empleos y empresas”, relató Sánchez, para quien “gracias a las medidas que ha puesto en marcha Europa y España esa caída no ha sido de un 25% del PIB y no se han destruido tres millones de puestos de trabajo”.

Es decir, afirmó que “es verdad que ha caído la actividad económica en 2020, pero hemos mantenido la tasa de paro un 15,5%”. En este punto, Sánchez se refirió a los ERTE, a los ICO y también al resto de políticas de ayudas para “aguantar el tejido productivo, las empresas y el empleo”, como las que se aprobarán el próximo viernes en Consejo de Ministros Extraordinario.

En cambio, Sánchez se quejó de que el PP, “miércoles tras miércoles”, vaya al Congreso a soltar su “perorata” con “improperios y exabruptos” mezclados a veces con “insultos”. Recriminó a Casado que no apoye “ninguna de las medidas” ni proponga “ningún pacto ni ningún acuerdo”, afeándole que incluso “siembren dudas sobre el proceso de vacunación”.

Por ello, Sánchez volvió a advertir a Casado de que tiene que escoger entre “dos caminos”: el “de la moderación” o de “la perdición”. “Tiene que dejar de ser el aperitivo del plato fuerte que viene luego en cada sesión de control”, dijo en clara alusión a las intervenciones de Vox que suceden a las del PP.

Llamó al PP a ejercer una “oposición útil, con sentido de Estado” y a “Arrimar el hombro”. “Tiene que ser útil”, insistió el presidente del Gobierno al líder de la oposición. “La mano sigue tendida, señor Casado”, le aseguró.

Sin embargo, el presidente del PP le pidió “un poco de humildad y respeto” ante la situación que viven todos los españoles que quieren trabajar y no pueden. Asimismo, recalcó que “no pasa lo mismo en todas partes” porque “con gobiernos más incompetentes, como el suyo”, se “ensaña” más la crisis.

Casado recriminó a Sánchez que no se pongan de acuerdo en el seno del Ejecutivo ni tan siquiera para aprobar esos 11.000 millones que anunció. Le recordó que hace un año justo él le ofreció un pacto económico de choque contra la Covid-19 y que fue rechazado, al igual que ocurrió con su oferta de pactar una agencia independiente para la gestión de los fondos.

“La responsabilidad es exclusivamente suya”, determinó Casado, censurando de nuevo que “España se va a la ruina y su Gobierno lo que hace es pelearse entre sí”. “La vacuna que funciona siempre contra el virus del paro es la competitividad, la flexibilidad y el reformismo, pero visto lo visto tendremos que volver a administrarla una vez más un Gobierno del PP”, remachó.