Por ello, esta ONG ha lanzado una serie de recomendaciones para soportar las temperaturas estivales del modo más sostenible posible. Además de sustituir el aire acondicionado por ventiladores de techo, WWF aconseja pintar las paredes exteriores de los edificios de colores claros, para reflejar la radiación del sol y evitar su transmisión al interior, así como ventilar las estancias de forma natural, intentando abrir las ventanas en orientaciones opuestas.

Además, afirma que tener plantas en balcones y terrazas mejora la calidad del aire y el confort visual en los espacios urbanos.

Para quien opte por un equipo de aire acondicionado, la organización apuesta por los aparatos con menor consumo energético e insiste en que la temperatura "óptima" en verano se sitúa entre los 23 y los 25ºC.