Según la información remitida por Aena a la comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en estos años contempla realizar una inversión de unos 2.500 millones de euros, en línea con la realizada durante los últimos años y que es la mitad de la que había programado antes de la pandemia.

Tras la rebaja en 2022, en 2023, 2024 y 2025 Aena propone una subida de las tasas en torno al 0,5% anual, que las mantendrá todavía por debajo del nivel de 2020.

Ya en 2026, el último año de aplicación del DORA, propone una subida del 3,3%, que llevará las tasas a estar un 1,5% más caras que este año. A este respecto, fuentes de Aena defienden que las tasas previstas para 2026 serán todavía inferiores a las que estaban vigentes en 2016.

Es precisamente ese año cuando Aena prevé alcanzar los niveles de tráfico de 2019, año en que alcanzó los 275 millones de pasajeros, frente a los apenas 76 millones de 2020. Así, en 2022 Aena estima alcanzar los 184,6 millones de pasajeros, en 2023 los 229,5 millones, en 2024 los 255 millones, en 2025 los 269,8 millones y en 2026 los 279,1 millones.

Además, es también en 2026 cuando Aena prevé recuperar sus planes de inversión en los aeropuertos de Madrid y Barcelona, cuyas obras ha decidido posponer como consecuencia de la pandemia.

De hecho, de los 2.500 millones de inversión prevista durante estos cinco años, de los que 2.250 millones serán inversión regulada, solo el 17% se corresponde con inversiones para incrementar la capacidad de los aeropuertos.

La cuantía más importante de la inversión, el 26%, se dirigirá a tareas de mantenimiento de la infraestructura aeroportuaria como el reasfaltado de las pistas o la sustitución del equipamiento eléctrico.

Además, las actuaciones relacionadas con los controles de seguridad representarán el 17% del total, el 13% se corresponden con la seguridad operacional, el 16% con Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y el 12%se destinarán a mejoras medioambientales.

Dentro de la inversión medioambiental, destaca el proyecto lanzado por arena para conseguir que todo su suministro eléctrico provenga de las plantas fotovoltaicas que prevé instalar en las instalaciones aeroportuarias durante este periodo de cinco años.

Por otro lado, Aena ha comunicado que va a solicitar a la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) una compensación, que no cuantifica, para compensar el impacto en sus cuentas provocado por la pandemia de Covid-19, especialmente por el incremento de las medidas de seguridad en los controles de los aeropuertos, que le supone un sobrecoste de 0,35 euros por pasajero.

Las fuentes de Aena consultadas por Servimedia indican que la intención del gestor es que el impacto de esta posible compensación no se aplique hasta el año 2027, una vez vencido el periodo de aplicación de este nuevo DORA y se haya recuperado el tráfico aéreo.

La propuesta de DORA aprobada por Aena debe ser remitida a la DGAC y a la Comisión Nacional de los Mercados y la competencia (CNMC) para que la analicen antes de su aprobación por parte del Consejo de Ministros, que debe producirse antes del 30 de septiembre.