En rueda de prensa para valorar los resultados de la adjudicación de las frecuencias del espacio radioeléctrico, Sebastián apuntó que el Gobierno espera recaudar unos 200 millones de euros en otoño, cuando vuelva a sacar a subasta los bloques que quedaron desiertos en el primer proceso.

Esta cifra, sumada a los 168 millones del concurso y los 1.647 millones recaudados con la subasta, supondrá más de 2.000 millones de euros, cuando el Ejecutivo preveía que el montante total de la operación se situara entre los 1.500 millones y los 2.000 millones.

El ministro recordó que el proceso ha tenido dos pasos, por un lado el concurso público para la adjudicación de una concesión 900 MHz y tres de 1.800 MHz, que acabó en mayo. En este proceso se utilizó el método de concurso porque había restricciones de acceso para algunos operadores (Telefónica y Vodafone) para promover la competencia.

El segundo paso fue la subasta, que acabó el pasado viernes en la que se otorgaron bloques estatales y regionales en 800 MHz, 900 MHz y 2,6 GHz, abiertos a todos con el único límite de un máximo de frecuencias fijado por la normativa.

"NO ES UNA MALA NOTICIA"

En el concurso se adjudicaron todas las frecuencias y en la subasta quedaron siete de 58 sin pujar. Según Sebastián, quedaron desiertos porque el Ministerio fijó unas limitaciones, por lo que "no es una mala noticia", sino que forma parte de la "estrategia" de Industria.

Estos siete bloques que quedaron desiertos saldrán de nuevo a subasta en otoño, en principio en el mes de octubre, y en ellos se modificarán las limitaciones para que sean adjudicados. "No los vamos a desperdiciar", aseveró Sebastián.

El ministro aseguró que el proceso ha sido un "gran éxito" y destacó que, en la frecuencia de 2,6 GHz, España ha recaudado más del doble que Alemania.

Por otro lado, el responsable de Industria indicó que, aunque no era el objetivo principal, "sí uno importante", es la recaudación por este proceso, y recordó los problemas de las deudas soberanas, como la española, en los mercados.

Así, explicó que "se superarán con creces los ingresos previstos", que eran de entre 1.500 y 2.000 millones de euros, y apuntó que esta recaudación servirá para ayudar al país a cumplir con sus objetivos de reducción del déficit.

Esta cuantía supone dos décimas del PIB, a lo que se suma el compromiso de inversión de los operadores de 1.800 millones de euros hasta 2015 y la creación, como poco, de 40.000 empleos. Además, añadió que el proceso ha permitido "maximizar la competencia" del sector en España.

El ministro destacó que ésta ha sido la primera vez que en España se ha adjudicado espectro a través de subasta, que, en su opinión, es el método "más transparente y más beneficioso, ya que permite sacar el máximo rendimiento".

98% DE LA POBLACIÓN CON 4G

Por su parte, el secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Juan Junquera, insistió en que los operadores tienen la obligación de asegurar unos servicios de cuarta generación, que supone multiplicar por cien la capacidad de transmisión.

En concreto, estos compromisos suponen alcanzar con una velocidad de 30 megas por segundo al 90% de la población de las ciudades con menos de 5.000 habitantes en el año 2020, lo que supondría el 98% de la población total. También apuntó que seguramente suponga una reducción de precios.

Por otro lado, Sebastián subrayó la importancia del sector TIC en España, ya que representa el 6% del PIB, aunque destacó que "lo más importante es su potencialidad en el futuro".

Asimismo, el ministro recordó que en España hay 27 millones de internautas, de los que el 44,5% (11,9 millones) accedieron a la Red a través de las redes móviles.

CAPITAL TIC

El responsable de Industria se refirió también a la designación de Barcelona como capital del Mobile World Congress hasta 2018.

En este sentido, aseguró que "es una noticia magnífica", ya que, entre otras razones, supone que cada año visiten la ciudad cerca de 60.000 personas con un alto poder adquisitivo.

Además, las propias cuotas del Congreso supondrán para la ciudad 200 millones de euros al año, a lo que se suma "la imagen de Barcelona y España como destino del nuevo sector de las telecomunicaciones y las TIC".