Esta situación será posible tras la publicación este sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de sendos reales decretos de reforma de la ESO y de la FP, y tras confirmarlo este sábado en rueda de prensa el ministro de Educación, Ángel Gabilondo.

El titular de Educación afirmó que "efectivamente" un alumno sin aprobar la ESO puede llegar a la universidad porque los reales decretos, que desarrollan la Ley de Economía Sostenible, flexibilizan el sistema educativo para combatir el fracaso y el abandono escolar.

Para que se dé tal condición, un alumno podrá cursar los PCPI a partir de los 15 años (un año antes que hasta ahora) y deberá aprobar los módulos obligatorios para llegar a FP de grado medio, un curso puente para alcanzar la FP de grado superior y materias para tener el título de bachiller, antes de llegar a la universidad.

Gabilondo señaló que el nuevo sistema educativo es "flexible" y "riguroso" y "ha tenido mucho éxito en otros países", y se complementará con otro real decreto que el Ministerio de Educación quiere aprobar antes de que concluya esta legislatura, que permitirá la convalidación mutua de créditos universitarios y de FP.

El ministro de Educación subrayó que "sólo" el 59,4% de los estudiantes de 15 años termina sus estudios en el año que le corresponde, un 24,2% lleva un año de retraso y un 15%, dos o más años de retraso, así como que un 39% de abandona el sistema educativo.

Por otro lado, Gabilondo apuntó que el decreto que modifica el cuarto curso de la ESO "no supone en principio" un incremento de costes para las comunidades autónomas, ya que los centros docentes deben ofertar un mínimo de siete materias y una común, es decir, "una menos que en la actualidad".

Además, apostó por el "reciclaje permanente" de los profesores, de manera que la materia Orientación Profesional e Iniciativa Emprendedora la pueden impartir "los especialistas en economía, formación, orientación laboral o ciencias sociales"; la de Ciencias Aplicadas a la Actividad Profesional la pueden dar los de física y química, y la de Alimentación, Nutrición y Salud, los de tecnología.

Para el desarrollo de estos cambios, añadió, el Ministerio de Educación está dispuesto a gastarse 600 millones de euros en los próximos tres años.