Lo dijo en el acto institucional con motivo del 8-M organizado por el Ministerio de Igualdad, en el que reivindicó que “el feminismo es una lucha colectiva” pero “no es una lucha solo de las mujeres” sino por y para las mujeres”, por lo que “debe ser la lucha de todas y de todos”.

Puso en valor “los hechos” de su gobierno “feminista” y aseguró que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) son los primeros con “perspectiva de género” y que en el plan de recuperación económica tras la pandemia se “identifica la igualdad de género como una de las líneas primordiales de actuación”.

“Estamos avanzando, estamos trabajando. Las palabras sin duda alguna son necesarias porque la causa del feminismo avanza a través de la persuasión. Sin duda. Pero las palabras deben venir seguidas de los hechos. Y éste es un Gobierno que, en plena pandemia, al contrario, no ha retrocedo ni ralentizado, sino que ha intensificado su lucha por la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres", indicó.

“Este es un Gobierno", remarcó el presidente, "en el que la igualdad, además de las palabras y los mensajes, son hechos. Lo repito: aquí la igualdad son hechos. Creemos en los hechos y trabajamos por los hechos".

SÍ ES SÍ

Poco después, se dirigió a la ministra de Igualdad, Irene Montero, para mostrarle que está “convencido” de que “dentro de muy poco” se aprobará la conocida como ‘ley del sí es sí’, en la que llevan un año trabajando en el Ministerio de Igualdad.

Lejos de un mensaje de “autocomplacencia”, Sánchez destacó los avances alcanzados hacia la “igualdad real”, pero lanzó un mensaje de “reivindicación de lo que nos queda por hacer”. “Sabemos que nos queda mucho, muchísimo trabajo por hacer, pero si hay algo en lo que no se puede desfallecer, si hay algo en lo que hay que ampliar la mirada, rompiendo las estructuras anquilosadas y los prejuicios que perviven, es en la lucha feminista”, dijo el presidente.

Sánchez mostró su creencia en que “en esta lucha nos lo jugamos todo. Nos jugamos el progreso, nos jugamos la decencia como país, y nos jugamos incluso el crecimiento económico”.

Además de los hitos logrados o impulsados, como los 200 millones de euros al Plan Corresponsables que se va a aprobar mañana en el Consejo de Ministros, Sánchez avisó de que “no podemos obviar otra amenaza temible: la reaparición de la ultraderecha, con su discurso de odio y su machismo descarnado”.

UNIDAD SIN RUIDO

El presidente declaró que hay que "seguir trabajando por un mundo libre de machismo" y porque aún hay “demasiadas mujeres” que soportan el acoso en el trabajo; se ven relegadas en su profesión solo por ser mujeres; que cruzan con miedo las calles en la noche; que tiemblan cuando sus parejas alzan la voz.

“La causa de todas esas mujeres es la causa de este Gobierno y de la mayoría, cada vez más nutrida, de la sociedad española. Y la injusticia que padecen es tan infame que solo podemos erradicarla con la unidad de todos. Por eso, la bandera feminista es ante todo una bandera de unidad”.

Por ello, concluyó con que el “mensaje decisivo” para este 8-M es el de “proteger y avanzar”. Puesto que, dijo el presidente, “toca avanzar y toca a la vez proteger lo conquistado” entendiendo que “la mejor manera de proteger los derechos alcanzados es alcanzar nuevos derechos”.

“La forma de no retroceder es resistir y seguir avanzando; no vamos a dar ni un paso atrás; al revés, daremos muchos pasos hacia adelante” y, por eso, concluyó tras poner en valor la labor de Montero al frente de Igualdad, que el Ejecutivo siga “cumpliendo nuestra agenda. Sin hacer caso a tanto ruido, unidas, con hechos, porque aquí, en este Gobierno, la igualdad son hechos”.