La mayor parte de este beneficio, un total de 114 millones de euros, corresponde al segundo trimestre del año, mientras que en el primero el grupo obtuvo una ganancia neta de 91 millones.

Tras la salida a bolsa, la entidad elevó hasta el 9,9% su capital principal ("core capital") y ha alcanzado un total de 3.092 millones de euros en fondos propios.

Por su parte, el ratio de morosidad total se situó al término del segundo trimestre en un 6,35%, lo que representa algo más de ocho décimas por encima de la cifra de diciembre (5,52%) y 6,5 décimas más que en el primer trimestre del ejercicio (5,7%).

En cuanto al crédito a la clientela, éste se redujo un 2,4% durante el primer semestre del año y se situó, en el saldo neto, en 191.706 millones de euros.

Los activos totales se redujeron un 2,3%, hasta 285.479 millones de euros, mientras que el volumen de negocio creció un 0,7%, hasta 427.120 millones.

Sobre las comisiones, el saldo neto durante el segundo trimestre se situó en 283 millones de euros, un nivel ligeramente inferior al del primer trimestre del ejercicio (289 millones).

Esta reducción obedece a la caída en las comisiones cobradas (324 millones de euros, frente a los 330 millones del primer trimestre), mientras que las pagadas se mantuvieron estables (41 millones de euros).

Por otro lado, la entidad ha reducido el nivel de apalancamiento y ha logrado una mejora en la estructura de financiación. Así, el ratio de crédito a los clientes sobre depósitos se redujo 16 puntos porcentuales respecto a diciembre, al situarse en el 120%.

En cuanto al proceso de reducción de la capacidad, a 30 de junio la entidad había cerrado un total de 476 oficinas y reducido la plantilla en 2.880 empleados, lo que supone un 72% y 77% de cumplimiento, respectivamente, del objetivo total previsto en el plan de integración.