En rueda de prensa conjunta con el ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, sobre el acuerdo para incorporar a los empleados del hogar en el Régimen General de la Seguridad Social, Toxo advirtió de que si no se ayuda a hacer frente a este aumento del coste para las familias, se podría traducir en un proceso de destrucción de empleo.

En respuesta a esta petición, el ministro apuntó que el Ejecutivo estudiará esta posibilidad y afirmó que "tiene sentido".

Por su parte, Méndez destacó que el objetivo es regularizar la situación de más de 400.000 empleados del hogar que no están dados de alta en la Seguridad Social. En la actualidad, según la Encuesta de Población Activa (EPA), unas 700.000 personas trabajan en un empleo doméstico, aunque poco más de 200.000 están dadas de alta.

Así, subrayó que el acuerdo para la incorporación de este colectivo en el Régimen General de la Seguridad Social supone "reconocer el empleo doméstico como un empleo, no como una servidumbre".

En este sentido, Toxo apuntó que entre esta reforma y la que incorporó el régimen agrario de la Seguridad Social en el general, "estamos hablando de 1,5 millones de personas", lo que implica "dotar de derechos laborales y de protección social a una franja muy importante de la fuerza de trabajo del país".

No obstante, el dirigente sindical advirtió de que nadie debe de esperar "efectos mañana". Sí que aseguro que en "un espacio corto de tiempo deberá regularizarse la inmensa mayoría de estas personas".

Por su parte, el líder de UGT echó en falta la definición de un sistema de protección por desempleo para este colectivo, aunque admitió que hay "dificultades económicas" así como "otro factor", que es las dificultades para evitar el fraude.

Méndez avanzó que los sindicatos "vamos a intentar, sin pausa pero con cierta prisa, que el grupo de expertos -anunciado por el ministro- a lo largo de 2012 definan el sistema", ya que "para nosotros este asunto sigue siendo un elemento fundamental".