Farmaindustria ve "inadmisible" obligar a los médicos a prescribir genéricos

- Pide a Sanidad que reconsidere la medida

MADRID
SERVIMEDIA

El director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, considera que es "inadmisible" obligar al médico a prescribir genéricos, en lugar de marcas, como tiene previsto hacer el Gobierno, por lo que le pide que reconsidere la medida, que, a su juicio, no tiene por qué generar el ahorro estimado por el Ejecutivo, antes de plasmarla en el decreto que quiere aprobar en breve.

Arnés hizo estas consideraciones en una rueda de prensa ofrecida este viernes en Madrid tras conocer los acuerdos alcanzados ayer por Gobierno y comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial de Salud para recortar la factura farmacéutica.

Según dijo el cabeza visible de Farmaindustria, la vía de los precios para recortar gastos en Sanidad "está agotada" y así, "con firmeza y contundencia", se lo trasladará a la titular del departamento, Leire Pajín, en la reunión que quiere mantener con ella y que el Ministerio se ha comprometido a celebrar pronto.

En el encuentro con Sanidad, y si pudiera ser también con Moncloa, la industria pedirá al Ejecutivo que reconsidere su postura, ya que a su parecer es "un error", porque afecta a las farmacéuticas, pero también a la actividad profesional del médico, e incluso a los pacientes.

En cuanto a la repercusión que la prescripción por principio activo pudiera tener en los enfermos, Arnés quiso dejar muy claro que Farmaindustria no cuestiona en ningún momento la eficacia de los genéricos, sino que advierte que en algunos casos el paso de un medicamento de marca a uno de este tipo puede generar confusión en determinados pacientes, acostumbrados a un envase fácilmente identificable.

También se esforzó el director general de la industria farmacéutica por hacer entender que la patronal no está en desacuerdo con el fomento de los genéricos ni con la progresiva alineación de su precio con el de las marcas. Lo que no admite es que se discrimine el fármaco original frente al principio activo ni, por supuesto, que se obligue al médico a recetar uno en detrimento de otro.

Si al final la "receta" de genéricos llega a ser obligatoria, como pretende el Gobierno, España será, junto a Rumanía, el único país europeo con la medida en marcha, pese a "limitar la autonomía del médico" y a "bajar un escalón en la prescripción farmacéutica", afirmó Arnés.

Y todo esto, prosiguió, sin que la medida garantice el ahorro estimado por el Gobierno, de 2.400 millones de euros, en la factura farmacéutica, porque no todos los medicamentos genéricos tienen un precio mucho más alto que sus referencias de marca.

Lo que sí hará la obligatoriedad de prescribir genéricos es provocar una "importante" pérdida de puestos de trabajo, aún no cuantificable, en la industria farmacéutica, que ya se ha quedado sin 5.000 empleos directos y 20.000 indirectos con los dos decretos aprobados por el Ejecutivo el año pasado, aseguró su director general.

A juicio de Farmaindustria, un aspecto importante que "hay que mejorar para disminuir el número de recetas de la sanidad pública es el uso de los medicamentos, que ahora es "excesivo" y que ha de ser, por tanto, más "racional".

(SERVIMEDIA)
22 Jul 2011
IGA/gfm