Se trata de impuestos o tasas ligadas al ahorro de energía y a la contaminación ambiental y, por ello, se penalizaría a los todo terreno, que son los coches que más consumen y que más contaminan.

Igual sucede con los "quad", vehículos de cuatro ruedas que se han puesto muy de moda en los últimos meses y que, además de consumir mucha gasolina y contaminar mucho, tienen un "fuerte impacto" mediambiental al poder circular por caminos rurales e incluso, en ocasiones, por el campo.

La intención del Gobierno español enlaza con el debate abierto a nivel de la Unión Europea (UE), donde se está estudiando la posibilidad de vincular exenciones fiscales a los automóviles de bajo consumo con la finalidad de incentivar las políticas medioambientales.

El propio director general de Tráfico, Pere Navarro, avanzó hace unas semanas la posibilidad de poner un impuesto especial a los todo terreno.