No obstante, este porcentaje, según los responsables de Renfe, supone un mejora respecto a 1989, año en el que el 21,6 por ciento de los trenes de largo recorrido fueron impuntuales.

Para obtener estos datos, la compañía ferroviaria ha utilizado los partes diarios de puntualidad, que reflejan el cumplimiento del horario de cada tren y calificande puntual a aquellos que realizan el viaje con un retraso inferior a diez minutos, tal y como establece la Unión Internacional de Ferrocarriles (UIC).

En 1990 circularon un total de 83.933 trenes de largo recorrido, de los que 69.202 fueron puntuales y los 14.731 restantes llegaron con más de diez minutos de retraso a sus destinos.

Los trenes más puntuales fueron los que realizaron los trayectos Madrid-Asturias, Madrid-País Vasco (vía Avila) y País Vasco-Salamanca, que alcanzaron un índice de putualidad del 93, 89 y 88 por ciento, respectivamente.

Los menos puntuales, sin embargo, fueron los que cubren las líneas Levante-Asturias-Cantabria, Levante-País Vasco y Cataluña-Andalucía-Extremadura. En estos casos, llegaron a su hora el 61, el 70 y el 71 por ciento, respectivamente, de los trenes.