En el acto, organizado por el PP de Madrid, afirmó que “no suelo dar recetas a nadie”, pidió “transparencia y responsabilidad” y dijo que, si después de investigar lo sucedido en Valencia, “hay que premiar a alguien que se haga y si hay que castigar que se castigue”.

Rechazó la corrupción en general, de la que dijo que es un “cáncer para la economía de mercado” y añadió que el PP tiene que “desterrar la corrupción de sus filas y de las ajenas, como está haciendo su partido en Madrid".

Pizarro también se refirió a la crisis económica internacional, sobre la que denunció el papel de los “banqueros que no quisieron hacer de banqueros” y de los que “echaron dinero gratis para apagar el incendio” y afirmó que no se han exigido responsabilidades a los malos gestores.

Respecto a la crisis española, destacó la falta de competitividad y la ausencia de reformas estructurales.

Preguntado por si le gustaría ser el próximo presidente de Caja Madrid, dijo que no se lo ha planteado y que está a gusto como parlamentario nacional.

Explicó que “mucha gente puede pasar de la vida empresarial a la política”, aunque “muy poca puede pasar de la política a la empresa”, y dijo que él es uno de ellos.

Afirmó que empezó “de cero” y se jactó de que “puedo explicar hasta el último euro que ha ganado en mi vida".