Así lo expresó en un comunicado emitido con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, en el que su presidenta, Ascensión Iglesias, requirió políticas públicas que tengan en cuenta las “desigualdades y discriminaciones” que, a su juicio, sufre el colectivo, para “garantizar de una vez por todas” sus derechos.

“Las mujeres hemos estado en la primera línea de la lucha contra el Covid-19, hemos sido las principales afectadas a nivel laboral, hemos sufrido un aumento de las situaciones de violencia de género y hemos continuado asumiendo la mayor parte de los cuidados y tareas domésticas al tiempo que teletrabajábamos”, abundó.

La entidad exigió políticas públicas de empleo “específicas” para las mujeres, que, denunció, “ya partían de una situación de mayor precariedad laboral y desempleo y que se ha visto agravada por la crisis socio-sanitaria”.

Además, UNAF solicitó mayor inversión pública en el sistema de protección y cuidados, para evitar que estos recaigan exclusivamente sobre las féminas, con el consiguiente coste económico, social y sobre su salud.

REPARTO DE CUIDADOS

En este sentido, recalcó que esta falta de reparto de los cuidados tiene “consecuencias directas” en las oportunidades laborales de las mujeres, en forma de desempleo, brecha salarial, precariedad, reducciones de jornada y pensiones más bajas, lo que, espetó, “implica más pobreza, dependencia y exclusión social, sin olvidar las consecuencias sobre su salud física y psicosocial”.

Por ello, UNAF urgió de nuevo a desarrollar políticas y medidas que avancen en la conciliación y en el fomento de la corresponsabilidad entre hombres y mujeres, empresas, instituciones y administraciones públicas, como vía “imprescindible” para garantizar los derechos y bienestar de toda la ciudadanía y con “especial atención” a las familias monoparentales, la mayoría encabezadas por mujeres.

Además, la organización reclamó políticas y recursos contra la violencia de género y su presidenta puntualizó que, como sociedad “avanzada y democrática”, España no puede “tolerar por más tiempo esta lacra social que es la violencia machista, que devasta a las mujeres, a sus hijas e hijos, y que es la manifestación extrema de la desigualdad”.