En la sesión de control al Gobierno en el Congreso, Sebastián respondió una pregunta del peneuvista José Ramón Beloki sobre la relación que el ministro percibe entre la renuncia a la corbata y la eficiencia energética.

Una vez que el ministro hubo contestado a Beloki, Bono tomó la palabra para explicar que la temperatura en el Congreso “es más difícil de regular que una simple orden de la Presidencia”, y como muestra señaló que los termómetros indican variaciones de más de un grado entre diferentes escaños del hemiciclo.

“Es probable que el primer ministro japonés vaya sin corbata”, dijo Bono dirigiéndose a Sebastián, “no sé si ante el emperador de Japón irá también sin corbata”.

En todo caso, Bono agradeció a quienes van con corbata al Congreso, “porque así me ayudan a poder mantener la disciplina de vestido con los ujieres, que están con chaqueta y corbata obligadamente, y si alguno no lo estuviera tendría la obligación de sancionarle”.

A veces, dijo Bono a Sebastián y al conjunto de los diputados, hay que “dar ejemplo a aquellos a los que tenemos que mandar”.

La actitud de Bono suscitó el malestar de muchos de los diputados que se encontraban en el hemiciclo, entre ellos varios socialistas que se quitaron la chaqueta en señal de protesta, y de hecho Álvaro Cuesta expresó después airadamente en los pasillos su opinión sobre la “lamentable” actitud del presidente de la Cámara.