Los datos provisionales proporcionados por las comunidades autónomas al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, recogidos por Servimedia, indican que esas 256,14 hectáreas suponen un 88% menos respecto a la media de enero durante el último decenio, que es de 2.139,09 hectáreas.

El siguiente año de la década con menos superficie quemada es 2018 (566,78 hectáreas), seguido de 2013 (574,78) y 2016 (638,60). Por el contrario, 2017 (5.995,38) fue el que comenzó con más cantidad calcinada en enero.

De las hectáreas arrasadas el pasado mes de enero, que abarcan un 0,001% del territorio nacional, un total de 16,49 corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto a vegetación leñosa, concretamente 199,07 hectáreas de matorral y monte abierto, y 40,59 de superficie arbolada.

ZONAS GEOGRÁFICAS

Por otro lado, en enero se produjeron 123 siniestros, de los que 33 fueron incendios (que arrasaron al menos una hectárea) y 90 conatos (con menos de una hectárea quemada).

El área mediterránea concentró un 39,02% de los incendios y conatos forestales, mientras que el resto de los siniestros se repartieron entre el noroeste peninsular (Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y las provincias de León y Zamora), con un 31,71%, y las comunidades interiores peninsulares (concretamente, las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora), con un 29,27%.

En cuanto a la superficie forestal arrasada por el fuego, un 47,38% pertenece a la zona mediterránea; un 33,91% al noroeste y un 18,70% a las comunidades interiores. La mayor cantidad de superficie arbolada arrasada por el fuego se produjo en el área mediterránea (77,16%), por delante del noroeste (17,39%) y las comunidades interiores (5,45%).

MENOS SINIESTROS DESDE 1987

La situación en enero se produce después de que 2020 fuera el segundo con menos siniestros forestales en España desde 1987 y la superficie quemada estuviera un 30,7% por debajo a la media del decenio entre 2010 y 2019, para lo cual influyeron en parte las medidas de confinamiento y de reducción de la movilidad por la pandemia del coronavirus.

Los datos provisionales de Transición Ecológica, recogidos por Servimedia, indican que 7.745 siniestros forestales se registraron en España a lo largo del año pasado, lo que supone un 33,7% menos en relación al promedio de la última década y el segundo dato más bajo desde 1987, sólo por detrás de los 6.672 conatos e incendios contabilizados en 2018.

De ese total de siniestros forestales, 5.168 fueron conatos (es decir, con menos de una hectárea afectada) y 2.577 incendios (al menos una hectárea quemada), que son la segunda y la tercera cifra más baja del decenio, respectivamente.

Los siniestros arrasaron 65.923,08 hectáreas de superficie forestal durante el año pasado, lo que representa un 30,7% menos respecto al promedio de la década y un 21,6% menos en relación a 2019. También es la cuarta cifra más baja del último decenio, la sexta más pequeña del siglo y la séptima desde 1974.

En 2020 se declararon 19 grandes incendios forestales (cuando la superficie calcinada supera las 500 hectáreas), dos menos que la media de la última década.

De la superficie arrasada por el fuego en 2020, que supone un 0,237% del territorio nacional, un total de 9.291,90 hectáreas corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto, a vegetación leñosa, concretamente 39.252,81 hectáreas de matorrales y monte abierto, y 17.378,37 de superficie arbolada.

El noroeste (Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y las provincias de León y Zamora) concentró un 44,43% de los incendios y conatos forestales en 2020, en tanto que el resto de siniestros se repartieron entre las comunidades interiores (las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora), con un 35,53%; el área mediterránea, con un 19,12%, y Canarias, con un 0,92%.

En cuanto a la superficie forestal arrasada por el fuego, un 47,61% pertenece al noroeste; un 24,58% a las comunidades interiores; un 24,58% también al área mediterránea, y un 3,22% a Canarias.

La superficie arbolada calcinada se produjo fundamentalmente en el área mediterránea (58,11%), por delante del noroeste (20,72%), las comunidades interiores (17,96%) y Canarias (3,21%).

El mayor incendio forestal fue el declarado el pasado 27 de agosto en Almonaster la Real (Huelva), que quemó 12.101,35 hectáreas y se convirtió, de largo, el más dañino de 2020. El siguiente de la lista también comenzó ese mismo día en Cabezuela del Valle (Cáceres), con 4.118,78 hectáreas afectadas. Esos dos fuegos abarcan un 24,6% de lo quemado durante todo el año pasado.