Campo dijo en el acto de apertura de las III Jornadas de Justicia e Igualdad que para llevar a cabo esta medida se va a organizar un grupo de trabajo “con todo el sector de justicia y con colectivos de mujeres” para poner las bases del futuro de la jurisdicción.

El ministro inauguró estas jornadas con un “discurso pesimista” porque “sin un diagnóstico certero no podemos reducir las desigualdades existentes” pero recordó que “no partimos de cero” y que España está considerada un referente en igualdad por la Ley Integral contra la Violencia de Género de 2004 y la Ley de Igualdad entre Hombres y Mujeres de 2007.

En este sentido, manifestó que “la satisfacción por lo logrado nos tiene que dar impulso” porque todavía queda patente la desigualdad entre hombres y mujeres y señaló que la brecha salarial es del 23%, “a lo que hay que sumar los efectos de la pandemia”, que solamente el 16% de las mujeres ocupa puestos de dirección en empresas cotizadas o que las mujeres representan el 60% de los estudios superiores pero no están igual representadas en los puestos de dirección.

El rostro más atroz, aseguró el ministro, es la violencia contra las mujeres, ya que casi el 60% de las mayores de 16 años han sufrido alguna vez algún tipo de violencia en su vida.

CARRERA JUDICIAL

Ellas conforman el 54% del poder judicial pero, sin embargo, son menos del 20% en el Tribunal Supremo (TS) y, de hecho, desde 1980 hasta soy solo el 18% de los integrantes de este órgano han sido mujeres, siendo este último mandato el único con paridad. Campo destacó que también son minoritarias en los Tribunales Superiores de Justicia y en menor medida en las Audiencias Provinciales.

En el Ministerio Fiscal, las mujeres representan el 60% de la carrera pero son minoría en la Fiscalía General del Estado o en la Fiscalía del Tribunal Supremo, entre otros. “Todavía hay quien duda de la brecha de género”, aseguró.

HOMENAJE

Campo puso de manifiesto la importancia histórica de varias mujeres que lucharon por conseguir una igualdad real entre hombres y mujeres, como María Domínguez, primera alcaldesa democrática de España y posteriormente fusilada en la Guerra Civil por el bando nacional y “a todas las mujeres republicanas que fueron perseguidas por creer en la democracia y la libertad”.

Concluyó aludiendo a Clara Campoamor recordando que en 2022 se cumplen 50 años de su muerte en el exilio y citó una de sus frases que “resume lo que pretendemos”, “la libertad se aprende ejerciéndola”.