El objetivo es fomentar la interoperabilidad del tráfico de mercancías en el Sistema Ferroviario Europeo, modificando así las líneas existentes para adaptarlas al ancho estándar continental, dando un impulso al tráfico de mercancías por ferrocarril eliminando las barreras interiores.

Según informó Fomento, esta apuesta por la convergencia de sistemas de transporte con la Unión Europea, "logrará la creación de un espacio comunitario sin fronteras interiores que permitirá una mayor rapidez y eficacia en la circulación de los trenes, disminuyendo el coste del transporte, aumentando así la competitividad".