En una nota de prensa, la AME afirmó que la ley "satisface plenamente a la clase política, pero que decepciona profundamente a muchísimos militares", porque "una vez más, se ha escogido un modelo equivocado y anticuado". Esta asociación predice que habrá que derogarla y redactar una nueva desde cero, porque es "ley orgánica, ley ordinaria y reglamento, tres en uno".

Sobre las asociaciones profesionales a las que da curso legal, la AME critica, en primer lugar, que lo haga en base al artículo 127 de la Constitución, que se refiere sólo a los miembros del Poder Judicial.

Por otro lado, lo considera un nuevo intento de "bloquear el movimiento asociativo de los militares", como se hizo en 1918 en España, y como impusieron los aliados a Alemania 1945: un modelo "de sindicatos rebajados dentro del cuartel", frente al de EEUU, "con asociaciones libres e independientes fuera de los centros militares".

El secretario general de la AME, Juan Carlos Pairet, explicó a Servimedia que las asociaciones militares deben ser autónomas y externas a los cuarteles para defender las condiciones de los soldados ante los políticos, mientras que dentro de los cuarteles están obligados a acatar la disciplina y la cadena de mando. Según dijo, los ejércitos francés y británico "no tienen ni quieren" el sistema que se ha impuesto en España.

Con esta ley, clama la nota de prensa, "es la segunda vez que la clase política, en particular el PSOE y PP, se opone, desde el Poder Legislativo, al derecho de asociación de los militares de una forma libre e independiente".

Por lo demás, rechaza la composición paritaria entre asociaciones y políticos del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas y define el nuevo Observatorio de la Vida Militar como "una especie de comisariado político". En suma, a la AME le parece "una ley elaborada por la clase política", y falta "escuchar a los militares".