UNA DE CADA SIETE PERSONAS EN EL MUNDO ES INMIGRANTE

- Unos 740 millones son migrantes internos, cuatro veces más que los que se desplazan a otro país, según un informe de PNUD

MADRID
SERVIMEDIA

Casi 1.000 millones de personas en todo el mundo (es decir, una de cada siete) son inmigrantes, según el "Informe sobre Desarrollo Humano 2009. Superación de obstáculos: la movilidad humana y el desarrollo", presentado hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Esta agencia de la ONU desmonta en este informe conceptos erróneos de la inmigración y señala que este fenómeno puede aumentar el desarrollo humano para las personas que se desplazan, para las comunidades de destino y para los que se quedan en casa.

La administradora del PNUD, Helen Clark, añadió que "la migración no es sólo inevitable, sino también una dimensión importante del desarrollo humano", por lo que reclamó "un ambiente político favorable" a este fenómeno.

En esta línea, el informe pide que se reduzcan las barreras y otros obstáculos a la circulación de personas y mejoren las políticas migratorias, en aras del desarrollo humano.

TÓPICOS DE LA MIGRACIÓN

Uno de los hallazgos del informe del PNUD es que arroja luz sobre algunos conceptos erróneos comunes. Por ejemplo, la mayoría de los inmigrantes no cruzan fronteras nacionales, sino que se desplazan dentro de su propio país.

Así, 740 millones de personas son migrantes internos, casi cuatro veces más que el de los internacionales, de los cuales, menos de un 30% pasan de países pobres a los desarrollados, y sólo un 3% de los africanos vive fuera de su país de origen.

Contrariamente a lo que muchos pueden pensar, los inmigrantes suelen aumentar la producción económica de sus países de acogida y de nacimiento. Por ejemplo, el informe señala una duplicación de las tasas de escolaridad y una reducción de 16 puntos en la reducción de la mortalidad infantil de países pobres con migrantes que han traspasado sus fronteras.

Además, la emigración a otros países repercute en la reducción de la fecundidad en los estados de origen y el envío de remesas propicia mayores tasas de matriculación en educación superior y dota de mayores recursos a las mujeres de estas naciones.

Sin embargo, el PNUD advierte de que los fenómenos migratorios no siempre traen beneficios, ya que las personas implicadas deben afrontar gastos financieros "relativamente altos" y el movimiento "implica inevitablemente la incertidumbre y la separación de las familias".

"Los pobres están a menudo limitados por la falta de recursos e información y las barreras en sus comunidades de acogida. Muchos movimientos reflejan las repercusiones de los conflictos, catástrofes naturales o graves dificultades económicas. Algunas mujeres acaban en redes de tráfico, pierden libertades importantes y sufren daños físicos", agrega.

(SERVIMEDIA)
05 Oct 2009
MGR/isp