Después de semanas de especulaciones, Pérez Rubalcaba compareció en la habitual rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, desgranó los principales acuerdos adoptados y antes de dar paso a la ronda de preguntas, anunció su intención de abandonar el Gobierno “de forma inmediata” tal y como ya había pedido al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero.

Los argumentos esgrimidos fueron los mismos que avanzó en la primera rueda de prensa como aspirante a la candidatura del PSOE a las próximas elecciones generales, el pasado 30 de mayo, dos días después de recibir el aval del Comité Federal.

En aquel momento dijo que en democracia los tiempos y las formas son “fundamentales”, y que abandonaría el Gobierno en caso de que su compromiso como candidato dificultara sus tareas como vicepresidente y ministro. “Ese momento ha llegado ya”, aseguró.

Su decisión está tomada desde el mismo momento en que formalizó su opción a la candidatura, explicó, y con el presidente lo habló el mismo fin de semana en que recibió el apoyo del Comité Federal.

El momento de anunciarlo es justo antes de que ese mismo órgano le proclame formalmente, este sábado, candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno.

Pérez Rubalcaba dejó claro que no existe “ninguna compatibilidad legal”, ni siquiera política, que le impida seguir en el Gobierno mientras es candidato, y de hecho recurrió de nuevo al ejemplo de los presidentes o alcaldes que siguen en su cargo mientras optan a la reelección.

Si sale del Gobierno, aseguró, es porque no se cree en condiciones de dedicarle el esfuerzo que exige, “que es todo”, y por ello considera que no podría compatibilizarlo con la candidatura.

ZAPATERO DECIDIRÁ

En virtud de ese compromiso con los tiempos y las formas, y en este caso también con las competencias de cada cual, Pérez Rubalcaba aseguró que, una vez transmitido al presidente su deseo de abandonar el Gobierno de forma inmediata, será Rodríguez Zapatero el que decida sobre su sustituto, sobre si afronta una remodelación más profunda, y sobre el momento de materializarlo.

En todo caso, será “en los primeros días de la próxima semana” y mientras seguirá siendo “formalmente” vicepresidente y ministro del Interior, pero “políticamente” ya se ve fuera del Gobierno y dispuesto a asumir plenamente la candidatura del PSOE.

Seguirá siendo diputado, precisó, pero no desveló si tiene intención o no de seguir en el Gobierno en la sesión de control del próximo miércoles, en la que debería responder varias preguntas.

Pérez Rubalcaba no quiso desvelar nada del discurso con el que el sábado asumirá esa candidatura, pero preguntado expresamente por ello, aseguró que contará con José Blanco en ese proyecto, a pesar de que no será quien dirija su campaña electoral.

“Todo el mundo sabe quién es para mí José Blanco, personal y políticamente”, por lo que contará con él “y espero que él cuente conmigo” después de ocho años trabajando juntos y dado que “nos quedan unos cuantos”.

Pérez Rubalcaba restó importancia a las interpretaciones que pueda suscitar su salida del Gobierno. “Si me quedo, porque me quedo, y si me voy, porque me voy, así es la política. Si me quedo estoy cerca y si me voy quiero distanciarme, y si hablo de los bancos soy un izquierdista irredento”, ironizó.

Frente a todas esas posibles lecturas, argumentó que se siente “cómodo”, porque ha seguido la pauta de su conciencia y ha hecho “lo que creo que tengo que hacer”.

Sus últimas palabras en la rueda de prensa fueron para despedirse de quienes cada viernes le han preguntado por los asuntos del Gobierno, para darles las gracias y expresar su deseo de “verles en mi otra vida política”.