Según informó la Asociación El Defensor del Paciente, los hechos ocurrieron entre enero y febrero de 2005 en el Hospital Meixoeiro de Vigo y la mujer continúa con secuelas a día de hoy.

Para Cipriano Castreje, abogado de la citada asociación, lo especial del caso es que la paciente ingresó prácticamente sana y con un diagnóstico de pancreatitis idiopática que cedió sola, pero a partir del intento de corrección de unas náuseas casi cada uno de los medicamentos que le pautaron le generó efectos adversos, como consta en su historia clínica.

Esto originó la necesidad de mantenerla hospitalizada, desarrolando la mujer a los cuatro días del ingreso un cuadro de bajada del nivel de sodio, que fue corregida de manera inadecuada. A ello siguió un deterioro neurológico con pérdida brusca de sensibilidad en el brazo izquierdo.

La sentencia concluye que la afectación neurológica fue provocada por un rápido incremento de sodio producido al combatir la hiponatremia que sufría la paciente.