En declaraciones a Servimedia al hilo de la detención ayer por la Guardia Civil de los dos hermanos militares que presuntamente vendieron las imágenes a una cadena de televisión (uno de ellos quedó finalmente en libertad tras ser exonerado por el otro), Llamazares indicó que la divulgación del vídeo no supone una revelación de secretos porque no aportó una informacion que pudiera debilitar la seguridad sino que fue a posteriori del atentado.

"No me parece que estemos en un caso de revelación de secretos, a no ser que todo lo relativo a información militar se considere secreto", argumentó, comparándolo a la polémia provocada por unas imágenes de la revista "Interviú" que denunciaban las condiciones inhabitables de unos puestos avanzados del Ejército.

Llamazares mostró su "preocupación" por todo lo que suponga "extender" el delito de revelación de secretos, máxime cuando España no tiene aún una ley sobre acceso a la información del sector público y menoscabarla podría constituir "una falta clara de transparencia".

"Me precupa que sirva para meter el miedo en el cuerpo y que no se pueda ni denunciar un hecho a los medios de comunicación. Eso no está ni puede estar vedado a nadie, tampoco a los militares", remató.

Peor le parece que un profesional de la milicia utilice para lucrarse unas imágenes que son "propiedad pública" además de "discutibles desde el punto de vista ético". Pero, en todo caso, cree que sería "más un delito civil que un delito militar".