Rodríguez Zapatero presidió en el palacio de la Moncloa la reunión de los impulsores de los Objetivos del Milenio, en la que intervino el propio Ban Ki Moon, la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez; y el asesor especial del secretario general de la ONU para todo lo relacionado con la lucha contra el hambre, David Nabarro.

Si Ban Ki Moon ha vuelto a ser elegido, aseguró Rodríguez Zapatero, es entre otras cosas por su “perseverancia” en el cumplimiento de los Objetivos del Milenio, y su papel como “continuo movilizador” de gobiernos y organizaciones internacionales para avanzar en ese sentido.

Después de la grave crisis alimentaria que afectó hace unos años a miles de millones de personas en el mundo, advirtió el presidente, hoy la situación “no es mejor” porque el precio de los alimentos sigue elevado y está sujeto cada vez a mayor volatilidad, en parte fruto de la especulación en los mercados de capitales.

En los últimos tiempos la crisis económica y financiera internacional ha dado “una nueva vuelta de tuerca” a la población más pobre del planeta, la que tiene que dedicar entre el 50 y el 80% de sus ingresos a satisfacer las necesidades más básicas de alimentación.

Por ello, el presidente reafirmó el compromiso de España con el programa global de la ONU para la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria, al que ha aportado ya más de 480 millones de dólares que se han traducido en inversiones en doce países para aprovechar el potencial comercial de pequeños agricultores y pequeñas y medianas explotaciones agropecuarias.

“Pero necesitamos mucho más” para luchar de forma efectiva contra el hmabre y garantizar la seguridad alimentaria de todos los habitantes del planeta, aseguró, y para ello abogó por “mecanismos innovadores de financiación” que permitan emprender proyectos de inversión.

A pesar de la crisis económica, concluyó el presidente, los gobiernos de los países desarrollados “tenemos que asumir nuestra responsabilidad” ante un reto de una “magnitud enorme” y ante el que España volvará “toda su capacidad política, toda la imaginación que podamos”, junto a un compromiso europeo que juzgó fundamental.

Ban Ki Moon agradeció la implicación de España en el cumplimiento de los Objetivos del Milenio y pidió expresamente que siga “empujando” en esa dirección porque los problemas y los retos, como la escasez de agua, la falta de energía, o la salud, están cada vez más interrelacionados y la solución a uno de ellos puede serlo a todos.

El reto es, en su opinión, trabajar conjuntamente con las organizaciones internacionales y el G20 para reducir la volatilidad de los precios de los alimentos, ampliar y extender las redes de seguridad, y fomentar las inversiones en agricultura sostenible.