Discapacidad
Cermi Mujeres reclama que las mujeres con discapacidad puedan tomar sus propias decisiones “con independencia y libertad”
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La Fundación Cermi Mujeres (FCM) reclamó que las mujeres con discapacidad puedan tomar sus propias decisiones “con independencia y libertad” en igualdad de condiciones con las demás personas, como establece la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, ratificada por España en 2008.
Así lo manifestó la entidad durante la celebración del XXVI webinario ‘No estás sola’, un ciclo de encuentros que tienen como objetivo el acompañamiento y la participación durante la pandemia de mujeres y niñas con discapacidad, así como de las madres y cuidadoras de familiares con discapacidad.
De esta manera, la entidad fundamentó este derecho vital en la Convención. Así, en su primer artículo, se proclama como propósito de la misma promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el respeto de su dignidad inherente.
En su artículo tercero, se establece, además, como principio fundamental el respeto de la dignidad inherente, la autonomía individual, incluida la libertad de tomar las propias decisiones, y la independencia de las personas.
Precisamente por esto, la Fundación Cermi Mujeres llevó a cabo este webinario, cuya temática se centró en el derecho a tomar las propias decisiones, un derecho que con frecuencia se vulnera en el caso de las mujeres con discapacidad como consecuencia de los estereotipos negativos por razón de sexo, discapacidad y otras condiciones sociales instalados en la familia, en la sociedad y hasta en las instituciones públicas, lo que provoca su discriminación.
EXPERIENCIAS PERSONALES DE MUJERES CON DISCAPACIDAD
Durante la jornada, mujeres con discapacidad compartieron sus testimonios, reflexiones y experiencias sobre el ejercicio del derecho a decidir y explicaron cómo han sido capaces de sobreponerse a ciertas limitaciones en su vida diaria.
Juani, mujer con discapacidad de una etnia minoritaria, tomó la decisión de irse a vivir sola a un piso de protección oficial con su hijo, pese a que los servicios sociales le recomendaban seguir viviendo con sus padres. “Los estereotipos que tiene la sociedad me complicaron las cosas, pero al final pude irme con mi hijo y supone una satisfacción poder tener mi casa, mi economía y poder tener la libertad de salir a la hora que quiero”, manifestó.
Aminah, joven con discapacidad procedente de Uganda, explicó que llegó a España siendo una niña y que su procedencia le ha condicionado para tomar sus propias decisiones. “En mi país las personas con discapacidad están mal vistas”, lamentó Aminah. Cuando llegó a España, también se encontró con dificultades. “En la escuela me decían que no estudiara bachillerato porque no iba a ser capaz, pero me di cuenta que tenía que cambiar la forma de ver las cosas y buscar mi propia felicidad”, recalcó.
En el ámbito educativo, Cristina explicó que la universidad pública no está preparada a día de hoy para aceptar a personas con discapacidad. “Durante mi proceso de doctorado presenté un modelo adaptado para mi discapacidad y aun así todas las propuestas fueron denegadas”, lamentó. Cristina quiere ser profesora de universidad y no está dispuesta a que nadie la frene en su decisión.
Maribel, una mujer con discapacidad intelectual, declaró que, gracias al apoyo de Plena inclusión Extremadura, y tras más de dos años intentando poder constituirla, se va a crear de manera inminente una organización de mujeres con discapacidad intelectual de Extremadura. “Existen barreras en la sociedad porque se piensa que no podemos decidir, pero ahora es momento de poder decidir por nosotras mismas y, gracias a la creación de esta organización, podremos estar presentes en los procesos de toma de decisiones y luchar para que las mujeres con discapacidad intelectual se sientan representadas”, manifestó.
Por su parte, Mamen, mujer con parálisis cerebral que lleva viviendo en una residencia de Aspace Navarra desde hace siete años, explicó que tuvo que irse a vivir a la ciudad porque ella procede del mundo rural y “tenía muy claro que debía buscar otras oportunidades”. “Durante estos siete años que llevo viviendo en la institución ha habido una evolución muy positiva por todo el apoyo que he recibido”, aseguró.
Además, explicó el proyecto ‘Ciudadanía activa’, puesto en marcha por Confederación Aspace, que “sirve de espacio donde poder tomar nuestras propias decisiones y compartir experiencias”. “Es un proyecto que nos ayuda mucho porque personas que antes no podían decidir ni qué ropa se ponían, ahora se dan cuenta de que tienen voz”, explicó.
Por último, intervino la coordinadora del Programa de 'Ciudadanía Activa' en Aspace Navarra, Adela García, quien aseguró que el principal objetivo de este programa es crear espacios de diálogo abiertos para personas con discapacidad, con grupos heterogéneos y voluntarios donde las personas se sientan libres y donde las relaciones se potencien y el respeto sea una herramienta esencial.
(SERVIMEDIA)
24 Feb 2021
APP/clc