“Esta semana voy a aprobar una resolución por la que no va a autorizarse la participación de deportistas en las selecciones nacionales que compitan dentro o fuera de España” si “están imputados en procesos penales seguidos por delitos comprendidos en el artículo 361 bis del Código Penal, contra los que se dirija un procedimiento sancionado en materia de dopaje, incluyendo los tramitados por federaciones internacionales, y los que aparezcan mencionados en las resoluciones judiciales dictadas en las que se afirme la existencia e indicios racionales de infracciones administrativas o deportivas cometidas por ellos en materia de dopaje deportivo", avanzó.

En su opinión, lo que está en juego es la imagen de España. “No voy a aceptar que España quede en entredicho en el tema del dopaje”, declaró en los Desayunos Deportivos de Europa Press.

Según Soler, “en este país no nos hemos tomado en serio la lucha contra el dopaje hasta que llegó a la Secretaría de Estado Jaime Lissavetxky”, pero “en ocho años hemos pasado de la nada a la tolerancia cero”.

El secretario de Estado también manifestó que la legislación española se va modificar para adaptarla a lo estipulado por la Agencia Mundial Antidopaje y recordó que España ha invertido millones de euros y ha desarrollado diversas operaciones policiales y judiciales para luchar penalmente contra ello.

Además, reconoció que “existen dos velocidades” en la lucha contra el dopaje: “la de la Justicia, que es garantista”, y la del mundo del deporte, y propuso la modificación de la ley para que la entrega de pruebas sea lo más ágil posible.

Soler también manifestó su preocupación porque “el dopaje cada vez está más extendido en el deporte popular”. “Hoy en día, para terminar una carrera cicloturista, una maratón, un triatlón o un Ironman, el deportista popular se está dopando”, declaró. “Es cierto que hemos conseguido que cada vez más gente en España haga deporte”, pero hay que evitar que “esta situación se nos vaya de las manos”.