Según informó la Airef, en el documento apuesta por poner en marcha prácticas que puedan ayudar a reforzar institucionalmente a las IFI como firmas de MoU, la regulación del principio de cumplir o explicar o la constante protección de los recursos financieros y humanos de las instituciones.

La Airef constata que las IFI contribuyen a reducir la discrecionalidad de la política fiscal sea mediante la asignación de funciones directas de supervisión de reglas fiscales (modelo puro de los países del euro) o mediante la provisión de elementos de análisis positivo, como en el modelo anglosajón.

Según la Airef, en ambos casos la premisa básica para su eficacia es garantizar su independencia frente a los decisores políticos y su autonomía funcional. Además, estas instituciones precisan un diseño cuidadoso y una base legal fuerte. Las IFI, a su vez, deben apostar por una dirección eficaz.

Sin embargo, no son instituciones cómodas y muchos países del euro están adaptándose a su llegada, según explicó la Airef. Por ello, reforzar sus rasgos es una demanda constante de las IFI y de la UE. En concreto, la red de IFI de la UE ha llamado la atención de la Comisión Europea, que ha reconocido esta necesidad y lo ha reflejado en su propuesta legislativa de Directiva de finales de 2017.

Durante estos años también se ha puesto de manifiesto la necesaria revisión de la gobernanza fiscal de la UE, dado que las reglas fiscales “se han revelado ineficaces” para la consecución satisfactoria de sus objetivos. Según recogió la Airef, el actual debate apunta a que puede ser conveniente evolucionar hacia un sistema más descentralizado de supervisión fiscal que descanse en mayor medida en las IFI nacionales y con un refuerzo de sus funciones que no se limitarían a la mera supervisión de reglas. Aunque el debate ha quedado suspendido temporalmente por la crisis de la Covid-19, se trata de una reflexión ineludible que se abordará próximamente.