Medio rural

Más de 300 científicos firman un manifiesto por la protección del lobo y su coexistencia con la ganadería

- Impulsado por WWF

MADRID
SERVIMEDIA

Más de tres centenares de científicos han firmado un manifiesto en favor de la protección del lobo ibérico, la ciencia y la coexistencia con otras actividades, como la ganadería extensiva.

La organización ambiental WWF ha impulsado esa iniciativa tras la polémica desatada a partir del pasado 4 de febrero, cuando la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, órgano en el que están representados el Gobierno español, las comunidades autónomas y las ciudades de Ceuta y Melilla, acordó por una mayoría ajustada -nueve votos a favor, ocho en contra y una abstención- incluir el lobo ibérico en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespe), lo que significa que se prohibirá su caza al norte del Duero.

En sólo cinco días, el manifiesto cuenta con el respaldo de más de 300 científicos, que apoyan el dictamen del Comité Científico -órgano consultivo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y las comunidades autónomas- de recomendar la protección del lobo ibérico por "su importancia como patrimonio cultural, científico, así como los servicios ambientales que produce la presencia de esta especie en los ecosistemas naturales".

Ese proceso reglado comenzó cuando la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (Ascel) planteó a Transición Ecológica que valorara la posible inclusión del lobo como ‘vulnerable’ en toda España dentro del Catálogo Español de Especies Amenazadas.

Ello supondría dar la máxima categoría de protección al lobo, pero el Comité Científico dictaminó que no hay suficiente información para ello y propuso que, subsidiariamente, se incluya a la especie en el Lespe, lo que supone un único régimen de protección en toda España, prohibir la caza deportiva y que cualquier control poblacional sea excepcional, controlado y bajo criterios científicos.

RESPALDO AL COMITÉ CIENTÍFICO

El manifiesto, abierto a nuevas firmas y que fue presentado este martes en una rueda de prensa telemática, cuenta con el apoyo de 25 catedráticos de ecología, zoología y otras disciplinas; 60 investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); 96 profesores universitarios, y 120 investigadores de otros centros.

Los firmantes respaldan a los 19 miembros del Comité Científico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (puesto en marcha en 2011 y que cuenta con nueve representantes designados por las comunidades autónomas, cinco por las ONG y cinco por la Administración General del Estado), que, según apunta el manifiesto, "con total independencia han reconocido el valor ecológico del lobo ibérico y la necesidad de conservar y gestionar su población como una única justificando así la necesidad de incluir esta especie en el Lespe".

Además, suscriben la decisión de Transición Ecológica de incluir al lobo ibérico en el Lespe siguiendo el dictamen del Comité Científico, lamentan "las descalificaciones de diferentes sectores y administraciones cuestionando la validez del dictamen del Comité Científico" y rechazan "las presiones para que ese dictamen no sea tenido en cuenta, ya que supondría un grave precedente para otros cientos de especies cuya conservación dependen de la imparcialidad de este tipo de mecanismos administrativos".

"Reclamamos, en un contexto global de alarmante pérdida de la biodiversidad en nuestro país y en todo el mundo, que las decisiones que afectan a la conservación de la naturaleza se tomen en base a criterios científicos y no se supediten a intereses económicos o políticos", reza el manifiesto.

Los científicos firmantes indican que "el lobo ibérico es una especie con una importancia extraordinaria para mantener y recuperar el equilibrio y la salud de los ecosistemas" en España, por lo que piden a todas las administraciones implicadas que "trabajen de forma coordinada y constructiva, y basándose siempre en el mejor conocimiento científico disponible, por la protección de esta especie y la coexistencia con la ganadería extensiva y otras actividades tradicionales".

“ESPECIE CLAVE”

Según Gemma Rodríguez, responsable del programa de especies de WWF España, la decisión de la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad supone dar un marco legal para “homogeneizar” la protección del lobo en toda España, no sólo al sur del Duero, y que esta especie dejará de ser objeto de caza comercial y se limitarán los “controles letales” cuando antes se han adoptado medidas preventivas de coexistencia con actividades como la ganadería extensiva.

Además, Rodríguez destacó que la Comisión Europea ya catalogó el año pasado al lobo ibérico en un estado de conservación desfavorable en España.

Fernando Valladares, profesor de investigación del CSIC y director del grupo de Ecología y Cambio Global en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), se mostró algo molesto por que a los científicos se les escuche cuando dictaminan algo “conveniente” y no cuando dictaminan “cosas que no son cómodas”, y comparó la decisión del lobo con la pandemia del coronavirus, cuando los criterios científicos no fueron tan tenidos en cuenta en la desescalada tras el confinamiento.

Valladares indicó que el dictamen del Comité Científico es “prudente” y se mostró convencido de que, “a la larga, todas las comunidades ganaderas se beneficiarán de la conservación del lobo”, pues ésta es una “especie clave” para la conservación de los ecosistemas, aunque en un número relativamente reducido, al ser un depredador situado en lo más alto de la cadena trófica.

“Tenemos que repensar todo esto. No debemos dejarnos guiar por nuestro impulso depredador de quitarnos de en medio a los que compiten y buscar actitudes de convivencia”, apuntó, antes de mencionar que, por ejemplo, un estudio comprobó que el lobo mantenía a raya la tuberculosis de un lugar al alimentarse de jabalíes.

MEDIDAS DE COEXISTENCIA

Por su parte, el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, recordó que el lobo era considerado una alimaña hasta que el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente contribuyó a que dejara de tener tal consideración e iniciara un “cambio de mentalidad” en favor de su protección.

Del Olmo coincidió con Valladares en que la inclusión del lobo en el Lespe supone “una enorme oportunidad y no una amenaza para el mundo rural y la ganadería extensiva”, y destacó que el Comité Científico del Ministerio para la Transición Ecológica ha emitido dictámenes desde 2011 sin que “nunca” se hayan puesto en duda “a menos que pudiera entrar en conflicto con algún interés económico o político”.

Recalcó que el siguiente paso a la inclusión del lobo en el Lespe sería la renovación de la Estrategia para la Conservación del Lobo en España, que lleva sin actualizarse desde 2005, y que una mesa de trabajo con representantes del Estado, las comunidades autónomas, los sectores afectados, científicos y ONG acuerden medidas para la coexistencia del lobo con otras actividades.

Entre esas medidas para evitar daños a la ganadería están el uso de perros mastines, el vallado de las explotaciones ganaderas, una mayor vigilancia del ganado o la recogida nocturna de éste, lo cual podría financiarse mediante fondos europeos procedentes de la PAC (Política Agrícola Común) y fondos del Estado.

Un proyecto con financiación de la Comisión Europea determinó que la aplicación de algunas de esas medidas redujo entre un 60 y un 80% los ataques del lobo a cabezas de ganado, y que el nivel de satisfacción de los ganaderos era alto.

(SERVIMEDIA)
23 Feb 2021
MGR/gja