En una entrevista concedida a Servimedia, Iglesias subrayó que ser presidente es compatible con ser candidato, y de hecho es habitual que los presidentes concurran a la reelección sin renunciar a su cargo. Por tanto, se pregunta, “por qué tendría que hacerlo un vicepresidente”.

El propio Pérez Rubalcaba ya ha dejado claro que dimitirá como ministro del Interior antes de las elecciones por entender que no puede ser él quien organice el proceso electoral y comunique los resultados.

A partir de ahí, dice Iglesias, será él quien tome las decisiones sobre sus responsabilidades, y conociéndole “muy bien” se mostró convencido de que lo hará “en el momento oportuno y con la responsabilidad de hacer lo mejor para el país, que es su principal preocupación”.

No obstante, Iglesias insistió en que no hay incompatibilidad alguna que impida a Pérez Rubalcaba ser candidato y seguir siendo vicepresidente primero del Gobierno, y el ejemplo de Mariano Rajoy, que dejó ese cargo para centrarse en su candidatura, no es el mejor para imitar.

Rajoy consideró que eso era lo mejor para su candidatura “y perdió”, y en las siguientes elecciones sucedió lo mismo, y la realidad constatable es que ha sido rechazado dos veces consecutivas por los electores, subrayó.

Por tanto, “alguna cosa no habrá hecho bien”. “Seguir el ejemplo de los pasos de Rajoy cuando fue candidato no es lo que le aconsejo a Rubalcaba”.

Lejos de comportar desgaste o de perjudicar su candidatura, Iglesias cree que siendo candidato y vicepresidente, Pérez Rubalcaba da una muestra más de su “gran capacidad”.

Además, aunque tenga que dejar ese cargo, Iglesias cree que ser el ministro del Interior que “más éxitos” ha cosechado en la lucha contra el terrorismo no es un obstáculo, sino lo contrario.

Marcelino Iglesias subrayó que, en todo caso, las decisiones sobre su permanencia o no en el Gobierno corresponden al propio Pérez Rubalcaba y al presidente, y el PSOE ya ha hecho lo que tenía que hacer, abrir el proceso de primarias establecido en los estatutos garantizando el cumplimiento de los plazos y los procedimientos.

El hecho de que haya habido un candidato “natural” que ha contado con el respaldo unánime de los órganos de dirección y contra el que no han podido competir los demás aspirantes, aseguró, “no es malo para el partido”.