Según informó este sábado la Policía, la trama -asentada en las provincias de Alicante y Valencia y con ramificaciones en Polonia, Alemania, Reino Unido, Ucrania y Rusia- proporcionaba a las mujeres certificados médicos falsos para poder viajar desde sus países evitando el cierre de fronteras provocado por la pandemia del coronavirus.

La operación, en la que han participado más de cien agentes, ha finalizado con la detención de 17 personas en Alicante (10), Valencia (6) y Palma de Mallorca (1), tres de los cuales se encuentran en prisión provisional, y ha permitido la liberación de dos mujeres.

También se han realizado ocho registro -cinco en Alicante y tres en Valencia-, en los que se han intervenido dos vehículos, 16.000 euros en efectivo, 30 terminales telefónicos, cinco ordenadores portátiles, diversas joyas, cartas de identidad falsas y abundante documentación.

DENUNCIA DE VÍCTIMAS

La investigación comenzó tras la denuncia presentada por una víctimas de la organización ante la Policía Nacional. Tras diversas gestiones realizadas, los agentes confirmaron la existencia de una trama que se había asentado en España y que captaba a mujeres en sus países de origen con falsas promesa de trabajo en España, Inglaterra o Alemania.

Cuando las mujeres llegaban a estos países, y haciendo uso de la intimidación y la imposición de deudas, era obligadas a ejercer la prostitución en pisos que la organización alquilaba para tal fin.

Los agentes descubrieron que el cierre de fronteras provocado por la pandemia obligó al entramado criminal a buscar alternativas para desplazar a las mujeres desde sus lugares de origen hasta los diferentes países de destino. Por ello, establecieron contacto con otra organización delictiva que les proporcionaba, a cambio de elevadas cantidades de dinero, certificados médicos falsos que permitían a las mujeres viajar y entrar en esos países para tratar supuestas dolencias, vulnerando así las restricciones establecidas frente al Covid-19.

A pesar de ello, el cierre de fronteras supuso para la organización una merma en sus beneficios, por lo que diversificaron su actividad entrando en el tráfico de drogas y el fraude mediante tarjetas de crédito. De este modo, en los registros los agentes también localizaron una plantación 'indoor' de marihuana con 300 plantas y 40 kilos de esta droga lista para ser distribuida y una nave industrial preparada para el cultivo de grandes cantidades de dicha sustancia.

A su vez, los agentes corroboraron que las tarjetas de crédito falsas eran utilizadas para obtener grandes beneficios a través de compras, estancias en hoteles de lujo y adquisición de monedas virtuales.