En una entrevista concedida a Servimedia, Abad aseguró que los acuerdos están “prácticamente cerrados” y “no hay mucha diferencia” en lo que opinan las organizaciones representativas de los autónomos y el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

El Gobierno pretende establecer un sistema de tramos de ingresos con unas bases de cotización asociadas. En este sentido, Abad indicó que entre 600.000 y 800.000 autónomos “van a bajar su nivel de esfuerzo contributivo” y por el contrario habrá unos 700.000 que deberán cotizar más.

En su opinión, “no se entiende” que haya autónomos con rentas del trabajo superiores a 30.000 euros que coticen por la base mínima.

UPTA apuesta por varios tramos comenzando por un primero delimitado por el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Este tramo estaría dividido a su vez entre aquellos que tengan ingresos inferiores a la mitad del SMI, que tendrían una cotización “muy especial” y “limitadas sus prestaciones” a percibir, y quienes ganen entre la mitad y el SMI, cuyas prestaciones se acercarían “bastante” a las que tienen derecho quienes cotizan actualmente por la base mínima.

Un segundo tramo abarcaría entre el SMI y los 30.000 euros y cada autónomo podría elegir lo que pagar dentro de esa franja, según la propuesta de UPTA. Un tercer tramo englobaría entre los 30.000 y los 60.000 euros, a su vez dividido en tramos de 10.000 euros en los que tendrán que encuadrarse los cotizantes según sus ingresos.

A partir de los 60.000 euros, “su base mínima tiene que ser la del doble de la base mínima que tienen los autónomos entre el SMI y los 30.000 euros”.

El presidente de UPTA apuntó que la actual tarifa plana para fomentar el emprendimiento desaparecería con este nuevo sistema de cotización y que, además, debe dejar de ser financiada por la Seguridad Social por entender que son políticas de incentivo al empleo. Cifró su coste en 700 millones de euros al año, con solo un 20% de los negocios que se consolida después de recibirla.