Dijo que afronta su tercer mandato consecutivo al frente de la Presidencia de la Comunidad de Madrid “con todas las ilusiones y energías renovadas y con la misma voluntad de servicio a los madrileños que le llevó a entrar en política hace más de 28 años, que ahora es mayor que nunca”.

Afirmó que pretende “ser la presidenta de todos” y tras recordar “a los dos extraordinarios presidentes autonómicos” que estuvieron en el cargo antes que ella, explicó que Joaquín Leguina, primer presidente autonómico, “cada día es más amigo y mejor consejero”, y que Alberto Ruiz-Gallardón, predecesor de Aguirre en el cargo, es “compañero constante en mi trayectoria política”.

Dio las gracias “a todos los que me han empujado hasta llegar aquí” y agradeció la confianza del PP, “que es mucho más que un partido, es como una gran familia”.

La presidenta tuvo también un cariñoso agradecimiento hacia su familia, presente en el acto, y dijo que “sin ellos no estaría hoy aquí, ellos son los cimientos sobre los que reposa toda mi vida y, por supuesto, mi vida política”.

En el acto, que se celebró en la Real Casa de Correos, Aguirre tomó posesión del cargo como jefa del Ejecutivo madrileño, después de prometer, ante la Mesa de la Asamblea, cumplir las obligaciones de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, con lealtad al Rey y con fiel observancia de la Constitución y del Estatuto de Autonomía.

Estuvieron presentes el vicepresidente tercero del Gobierno y ministro de Política Territorial y Administración Pública, Manuel Chaves; representantes del PP con su presidente, Mariano Rajoy, al frente; el presidente electo de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; la delegada del Gobierno, Dolores Carrión; el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón; el ex presidente de la Comunidad Joaquín Leguina; representantes de la judicatura como el presidente del Tribunal Constitucional, Pascual Sala, y el presidente de la Audiencia Nacional, Ángel Juanes, así como representantes del mundo de la economía, los sindicatos y la cultura.