Así lo sostuvo Imaz en la conferencia con analistas sobre los resultados de la compañía en 2020, ejercicio en que sufrió unas pérdidas de 3.289 millones de euros como consecuencia de la pandemia del Covid-19.

En cuanto a 2021, indicó que Repsol mantendrá el “modo resiliencia”, según lo previsto en su nuevo Plan Estratégico, situación que continuará también en 2022.

En este contexto, prevé que su producción media ronde los 625.000 barriles diarios en 2021 y mantiene el objetivo de que este indicador se sitúe en los 650.000 barriles en el conjunto del plan estratégico. Por su parte, prevé que el margen de refino sea de 3,5 dólares por barril este año.

Con estas premisas estima que el Ebitda, en términos ajustados, puede alcanzar los 5.300 millones de euros, lo que supondría un incremento del 30% con respecto a 2020.

Por otro lado, Imaz fue preguntado por si la compañía ha tomado ya alguna decisión sobre la posible salida a Bolsa de una participación de su negocio de renovables. A este respecto, indicó que sigue esperando esta posible operación, aunque aclaró que tampoco descarta la posibilidad de buscar un socio para este negocio.