En la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, el portavoz de Interior del PP, Ignacio Cosidó, sentenció que España no puede permitirse un ministro del Interior “a tiempo parcial” y que además ha dado muestras de “incumplimiento de la ley”, por lo que es “un riesgo para la democracia”.

Pérez Rubalcaba dijo hace unos días que dimitirá como ministro antes de las elecciones por considerar incompatible ser candidato y dirigir el proceso electoral, pero no precisó el momento, ni si abandonará también sus otras responsabilidades en el Gobierno.

Cosidó aseguró que está tan “embriagado de poder” que se ha embebido de la premisa “la ley soy yo”, y por eso la incumple al propiciar “cientos de nombramientos a dedo ilegales” en la Policía Nacional, al hacer “caso omiso” de las sentencias judiciales, al dar “un chivatazo a ETA para salvar su negociación política con los terroristas”, al establecer “cupos de detención de extranjeros” en las comisarías o al permitir que se arríe la bandera de España en ayuntamientos de la Comunidad Vasca y Navarra.

Por ello, sentenció, si piensa dimitir, “mejor hoy que mañana, porque España no puede permitirse un ministro a tiempo parcial y declarado en interinidad, que ha dado muestras tan claras de incumplimiento de la ley” y que además utilizaría los instrumentos básicos del Estado de Derecho “a favor de sus intereses electorales”.

El ministro se negó a rebatir una a una “la sarta de mentiras” proferida por Cosidó y aseguró que las cosas “van bien en Interior, mal que le pese” al PP.

Muestra de ello es que en las carreteras queda mucho por hacer pero la evolución de víctimas “va muy bien” con 2.300 muertos menos, la delincuencia “ha bajado sustancialmente”, ha aumentado el número de detenidos y de casos esclarecidos, la inmigración ilegal sigue siendo “una dificultad” pero está “muy bien controlada”, y durante su gestión han sido detenidos 532 presuntos etarras y 201 implicados en violencia callejera.