A la hora del almuerzo, que compartió en una mesa paritaria con los soldados en el comedor de “Camp Arena”, la titular de Defensa destacó que el trabajo que realizan es para la “seguridad de todos” y ello supone una “inmensa gratitud y orgullo” para ella y para todos los ciudadanos españoles.

Les animó a seguir con la tarea encomendada, la cual “no es fácil” de emprender porque supone dejar todo por “servir” a los demás, para seguir en la misión de “crear estabilidad para que Afganistán tome las “riendas” de su propio estado y deje de ser un “estado fallido” que dio cobertura a los terroristas.

A este respecto la ministra valoró la labor de los dos Equipos Operativos de Asesoramiento y Enlace (OMLT), formados por 52 militares, a los cuales visitó por primera vez en “Camp Stone”, a 15 kilómetros de Herat. La distancia entre ambas bases se cubrió por helicóptero, en un vuelo que no superaba los 40 metros del suelo, según indicaron a Servimedia fuentes militares.

En la zona afgana colindante a esta base americana, “Camp Zafar”, la ministra estuvo con el jefe de los OMLT, el teniente coronel Francisco Arias, quien le mostró cómo entrenan a los miembros del Ejército Afgana (ANA). Desde esta base, es desde donde parten las patrullas conjuntas de españoles y afganos y que en los últimos episodios se han visto atacadas, de ahí sean lo que más le preocupan a la ministra, como ella reconoció.

Como anécdota, un sargento primero que enseñaba a los afganos a conducir la llamó “señora presidenta” lo que provocó risas entre los presentes y caras de asombro entre los afganos.

Los miembros del V OMLT volverán a España a finales del próximo mes, el 29 de octubre esperan estar en casa, tras más de cinco meses en la zona. Fuentes militares indicaron a Servimedia que se “hacen duro” y más cuando “no ha caído ni una gota de agua” en todo este tiempo.

Según la propia Chacón, casi 13.000 militares españoles han pasado por Afganistán en los casi 8 años de misión, la cual sigue siendo la “más dura, la más arriesgada y la más compleja”. En ella han perdido la vida 87 militares, de los 62 lo hicieron en el accidente aéreo e 2003 en Trebisonda (Turquía).

Precisamente, lo primero que hizo nada más llegar a Kabul esta mañana fue descubrir un monolito con un placa en recuerdo de los militares que murieron en el siniestro del Yak-42 cuando volvía a casa. 'In Memoriam a los militares españoles que contribuyeron a la paz en Afganistán y perdieron la vida en Trebisonda (Turquía) el 26 de mayo de 2003)', reza la placa central del monolito, traducida también en inglés y en pastún.

Miguel Ángel Sencianes, presidente de la asociación, Granada Ripollés y Francisco Cardona son los familiares que se han desplazado hasta Kabul para homenajear a sus seres queridos en nombre de todos los miembros del colectivo que aglutina a la mayoría de las familias afectadas.

Sencianes declaró a los periodistas que era “como seguir sus huellas”, ya que partieron hacia España desde Kabul. Han cambiado “muchas cosas” en el Ministerio de Defensa, agregó, por lo que espera que “la seguridad de nuestros soldados está por encima de muchas cosas y que no falten medios”. “Ojalá nunca vuelva a pasar”, concluyó.

En Kabul la ministra asistió a la ceremonia en la que España asume la dirección y la gestión del aeropuerto de la capital afgana con el objetivo de “avanzar hacia la estabilidad y el desarrollo”. Para esta misión, que se desarrollará durante los próximos seis meses, se han desplegado 66 militares y 4 guardias civiles, ya que por este punto “transitarán más de 15.000 personas” rumbo a su “peregrinaje anual a La Meca”.

En el traspaso de poderes, que España recibía de Polonia, Chacón animó al “buen trabajo” que saben hacer los militares españoles para que el aeropuerto, que gestiona 500 vuelos mensuales, “no vuelva a ser una puerta abierta al terror”.

Después de la comida, la ministra y toda la delegación que le acompañan volverán a Kabul. Alí, como hace cada vez que visita Afganistán, se entrevistará con su homologo –ahora en funciones- Abdul Rahim Wardak. Desde la capital afgana emprenderá el viaje de regreso a España previa para técnica en Ankara (Turquía).

Chacón ha vuelto a Herat después de que en su anterior viaje a Afganistán, en julio, no visitara este lugar. Entonces se había detectado aquí un brote de gripe A entre los militares españoles que habían llegado para reforzar la seguridad en las elecciones afganas.

En estos momentos, España tiene desplegados unos 1.300 militares. A los 778 que forman el contingente permanente, desde el mes de julio se sumaron 450 del batallón electoral para reforzar la seguridad con motivo de las elecciones presidenciales del 20 de agosto.

A la espera de los resultados oficiales y definitivos, en el caso de que haya una segunda vuelta en los comicios el batallón se quedará un mes más, por lo que podría coincidir con el refuerzo de 220 militares aprobado recientemente y que llegará a Afganistán en noviembre con el relevo del contingente permanente.

A todos ellos, hay que unir los cerca de 200 militares de la unidad de ingenieros que están construyendo en Qala-i-Nao la nueva base que sustituirá a la 'General Urrutia', que costará unos 44 millones de euros, cuyas obras visitó en su anterior viaje en julio que le llevó por Kabul y Qala-i-Nao.