Los nadadores españoles lograron batir durante la competición ocho récords del mundo y otros tantos de Europa. La guipuzcoana con parálisis cerebral Sara Carracelas rebajó en dos ocasiones la plusmarca mundial de los 50 metros espalda, una vez en las series y otra en la final.

El valenciano con discapacidad física Ricardo Ten también batió dos récords mundiales, los de los 50 y 200 braza, mientras que los otros cuatro registros los lograron la deficiente visual Carla Casals (200 mariposa) y los discapacitados físicos Sarai Gascón (400 estilos), Xavi Torres (200 estilos)y Jesús Collado (800 libre).

En cuanto a las plusmarcas continentales, cuatro de ellas las logró el valenciano José Antonio Marí, en las series de 100 y 200 libre y de nuevo en las finales de estas mismas pruebas. Esther Morales también rebajó dos veces el tiempo de los 50 espalda, mientras que David Levecq mejoró la plusmarca de los 100 libre en las series y de los 100 mariposa en la final.

En esta ocasión, el abierto contó con la participación de cerca de 400 nadadores procedentes de 36 países, entre ellos las principales potencias internacionales, a excepción de China, Australia, Estados Unidos y Francia. La delegación española estuvo formada por 62 miembros, 45 deportistas, más 17 técnicos y personal de apoyo.

En este campeonato, otros tres españoles acreditaron la marca mínima que exige el Comité Paralímpico Español para competir en los Juegos de Pekín. Se trata de la deficiente visual madrileña Ana García-Arcicollar y de los discapacitados físicos valencianos Ricardo Ten y José Antonio Marí.

Estos nadadores se suman a los 16 que ya poseían esta mínima. 10 de ellos son discapacitados físicos (Miguel Luque, Xavi Torres, Sebastián Rodríguez, Pablo Cimadevila, Alejandro Sánchez, David Levecq, Sarai Gascón, Dani Vidal, Esther Morales y Teresa Perales), cuatro son ciegos o deficientes visuales (Enhamed Enhamed, Enrique Floriano, Israel Oliver y Déborah Font) y dos tienen parálisis cerebral (Sara Carracelas y Richard Oribe).