Rajoy declaró en el Palacio del Eliseo de París, a su salida de una reunión con el residente francés, Jacques Chirac, y el primer ministro galo, Jean Pierre Raffarin, que, antes de comprometer su apoyo a una reforma estatutaría, Zapatero tendría que aclarar "cuál es el contenido de esa reforma".

Lo "razonable, prudente y muy sensato" sería, según dijo, explicar a los ciudadanos cuál es la reforma que pretende llevar a cabo y se mostró sorprendido de que el líder del Partido Socialista adquiriese esa promesa delante de Pasqual Maragall por el mero hecho de decir "lo que le gusta oir l señor que está allí".

Rajoy rechazó la reforma del Estatuto y de la Constitución española porque las reglas de juego vigentes han permitido un "periodo muy bueno" para Cataluña en los últimos veinticinco años. "Es un problema de prioridades", apostilló.

El candidato del PP explicó que "las reformas estatutarias hay que hacerlas cuando haya una necesidad, cuando haya consenso y cuando haya oportunidad. En este momento esas no son las prioridades de la sociedad de Cataluña".

A su juicio, lo mportante no es la reforma del Estatuto. sino crear el mayor número de empleos posibles en Cataluña y abrir un debate sobre los 3 billones de pesetas que maneja como presupuesto la Generalitat, para mejorar las prestaciones en sanidad y educación.