El Real Automóvil Club de España (RACE), presentó hoy este informe, en el que su responsable de proyectos, Jorge Castellanos, informó de que el año pasado, ese riesgo para los usuarios o el porcentaje de tramos negros en las carreteras españolas era de un 17%, por lo que "por lo general se ha mejorado", ya que "se ha bajado un punto".

Castellanos explicó que "también las carreteras más seguras han subido del 55 al 59%" desde el anterior informe.

Según el RACE, las características de un tramo de riesgo es la de una carretera convencional, con una media de vehículos diarios entre 2.000 y 10.000, y con accidente por salidas de vía o choques frontales, en contraste con un punto negro, que se define por ser un tramo menor a un kilómetro en el que se han producido más de tres accidentes mortales.

El Informe EuroRap muestra que en España existen 157tramos con riesgo elevado, lo que supone "más de 2.357 kilómetros", y de ellos, 37, son tramos negros o de riesgo alto.

TRAMOS DE MAYOR SINIESTRALIDAD

Según el informe, de esos 37 tramos negros, hay algunos que se repiten año tras año, siendo el tramo de "mayor siniestralidad" el registrado entre los kilómetros 412 y 424 de la N-322 a la altura de Albacete.

Según explicó Castellanos, esta es "una carretera convencional con intersecciones al mismo nivel. Lleva siendo tramo negro desde los últimos tres años" y se caracteriza por ser una carretera de montaña con límites de velocidad muy bajos, con intensidad de vehículos baja, donde la mayoría de accidentes son de motoristas.

Los otros dos tramos negros más peligrosos que Castellanos ha señalado se encuentran entre los kilómetros 226 y 240 de la N-211, en Teruel, y en la N-340 entre Nerja y Almuñécar.

SOLUCIONES

"Existen medidas de bajo coste" que se pueden poner en marcha, como el pavimentado, el antideslizante, la correcta señalización o las barreras de protección", con las que se reduciría la siniestralidad en las carreteras españolas según apuntó el representante del RACE.

Con respecto a los radares, el club automovilístico pidió a la Dirección General de Tráfico (DGT), que se instalen en las carreteras convencionales en las que existe mayor peligrosidad y no en las autopistas, en las que el nivel de siniestralidad de los automóviles es muy bajo.