Ante esta situación, intervino la Policía y se produjeron los primeros enfrentamientos en la Plaza Mayor y alrededores de la capital burgalesa. Pese a que no hay que lamentar heridos, ni incidentes de consideración, los participantes del movimiento del 15-M creen que se ha vulnerado su derecho a manifestarse.

Desde primera hora de la mañana, unas sesenta personas se concentraron frente a la Casa Consistorial en protesta a lo que consideran “un engaño a la sociedad”. Durante tres horas, “los indignados” mostraron su descontento con bocinas y megáfonos en la calle ante la atenta mirada de los efectivos policiales. Los momentos más tensos se vivieron sobre las 14.00 horas cuando los manifestantes comenzaron a perseguir a los ediles.