Con el 96,10% de los votos escrutados, los partidos abiertamente independentistas sumaban el 50,85% de los votos. ERC sería la primera de esas fuerzas, con el 21,36%; seguida de Junts per Catalunya con el 20,09%; de la CUP con el 6,70%, y del PDeCAT con el 2,70%.

La otra mitad de los votos se repartía entre el PSC (23,02%), Vox (7,67%), En Comú Podem (6,87%); Ciudadanos (5,55) y PP (3,80).

Sin embargo, la composición del Parlament sí que arroja una clara mayoría independentista, ya que ERC, Junts y CUP sumarían 74 escaños con ese porcentaje de voto escrutado, superando con holgura la mayoría absoluta. Serían 33 para ERC, 32 para Junst y 9 para la CUP, y PDeCat se quedaría fuera de la Cámara autonómica.

El bloque no independentista lo encabeza el PSC con 33 escaños (los mismos que ERC), seguido de Vox con 11, En Comú Podem con 8, Ciudadanos con 6 y el PP con 3.

Con ese escenario, el candidato del PSC, el exministro Salvador Illa, anunció que se presentará a la investidura tras vencer en votos, mientras lanzaba un mensaje claro en línea con su campaña electoral. "No hay más opción que el reencuentro", decía en la comparecencia pasadas las once de la noche.

Aunque los independentistas suman más escaños, ERC y su candidato, Pere Aragonès, tienen dos opciones: un Gobierno independentista junto a Junts y la CUP, o un Gobierno de izquierdas junto a ERC y En Comú Podem, una posibilidad que la candidata de esta formación, Jessica Albiach, se apresuró a dar por hecha al proclamar en la noche electoral que ese Gobierno progresista es "imparable".

De hecho, Albiach anunciaba que mañana mismo llamará a Illa y a Aragonés para negociar ese Gobierno que considera deseado por la mayoría de catalanes después de una legislatura comandad por la coalición entre Junts y ERC.

Todo ello mientras la candidata de Junts, Laura Borràs, que ha cedido el liderazgo independentista a ERC, proclamaba cumplidas las dos condiciones que su formación establecía para seguir adelante con el 'procès': mayoría de escaños en el Parlament y mayoría de votos, superando, aunque sea por unas décimas, el 50%.