Estos serán dos de los principales frentes de batalla del PP para desarrollar su actividad política de oposición hasta que lleguen las elecciones generales. Su presidente seguirá incidiendo en los temas económicos que más preocupan a los ciudadanos y los empresarios.

La portavoz será la encargada de abanderar la crítica política al que, con toda probabilidad, será el próximo candidato socialista. Los populares opinan que Rubalcaba no debe compatibilizar sus cargos en el Gobierno con su condición de candidato y, aunque por el momento no le reclaman la dimisión, tratarán de poner de relieve la incompatilibilidad entre ambas responsabilidades.

Además, el vicepresidente tendrá que responder a otra pregunta sobre "las resoluciones judiciales que cuestionan diversas actuaciones" del departamento de Interior en casos como el Faisán, ciertos nombramientos "a dedo" o la investigación sobre Marta Domínguez.

La crisis de los pepinos motivarán tres preguntas sobre la actuación del Gobierno a los titulares de Exteriores; de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y de Sanidad y sobre su "diligencia" a la hora de abordar el problema.

La vicepresidenta segunda y ministra de Economía responderá en la próxima sesión de control a tres preguntas sobre el eventual nombramiento de miembros del Gobierno "al frente de los organismos reguladores", el crecimiento de la presión fiscal sobre las rentas del trabajo y a la ruptura del diálogo social sobre negociación colectiva.

La décima de las preguntas que le corresponde hacer al PP va dirigida al vicepresidente tercero, Manuel Chaves, al que se le pide que aclare si el Gobierno tiene previsto convocar la Conferencia de Presidentes cuando se hayan constituido los nuevos gobiernos autonómicos.