En rueda de prensa, Rosell subrayó que, después de que la patronal presentase su “enésima propuesta” para la reforma, “llegamos a la conclusión de que no podíamos seguir negociando y era preferible dejarlo como estaba”.

El presidente de la patronal quiso dejar claro que, en ningún caso, los comicios del pasado 22 de mayo han influido en la decisión de romper el acuerdo. "Las elecciones no han entorpecido ni a favor ni en contra las negociaciones", insistió Rosell.

Además, quiso dejar claro que no ha habido ningún detonante para que las negociaciones no llegasen a buen puerto, pero las propuestas de los agentes sociales en flexibilidad, ultraactividad de los convenios o salarios y productividad estaban alejadas.

No obstante, el líder de CEOE aseguró que sindicatos y patronal “no hemos perdido el tiempo” ya que han sido unas semanas de negociación “fructíferas” en las que ha habido un “esfuerzo importante de comprensión”, pero “no hemos sido capaces de llegar al acuerdo”.

“Así son las cosas y así hay que contarlas”, dijo Rosell, quien añadió que los empresarios han realizado un “esfuerzo pedagógico” para que los sindicatos entendieran sus propuestas, “pero no hemos sido capaces” de hacer que las comprendieran.

Rosell llegó a afirmar que "la música ha sido muy buena y que el ambiente de la negociación ha sido muy cordial y nos hemos dicho todo lo que nos teníamos que decir, pero en el momento de poner la letra nos hemos estancado".

En esta línea, el presidente de los empresarios admitió que, "probablemente, hemos sido demasiado ambiciosos" en los planteamientos tratando de tocar todos los temas al mismo tiempo.

Rosell se lamentó de que "ha habido tantas veces que parecía que estábamos cerca, pero al final te ponías a redactarlo y veíamos que estábamos lejos".

El máximo responsable de la organización negó que haya habido problemas en el seno de CEOE para adoptar esta decisión. "Cuando en una organización todo el mundo opina no hay ningún problema, la organización se resiente cuando no hay democracia interna", sentenció, si bien reconoció que "unanimidad absoluta no ha habido".

FALTA DE VALENTÍA

El presidente de la patronal acusó a los sindicatos de haber sido "demasiado prudentes" en sus planteamientos cuando las propuestas tenía que ser arriesgadas y más ambiciosas.

"Los sindicatos han sido demasiado prudentes y esperamos y deseamos que en futuras negociaciones sean más valientes para cambiar el status quo", dijo Rosell.

El presidente de CEOE también dijo que los empresarios, en esta negociación, "teníamos pocas cosas que ofrecer" y lo necesario era que los sindicatos cambiaran y asumieran unos planteamientos más ambiciosos.

Preguntado sobre si el Gobierno será suficientemente valiente cuando el próximo 10 de junio apruebe la reforma de la negociación colectiva en Consejo de Ministros, Rosell añadió que "lo tiene muy fácil porque no ha estado alejado y conoce los documentos que hemos puesto encima de la mesa".

"Si el Gobierno quiere legislar, sabe perfectamente dónde queríamos llegar nosotros y hasta dónde no podían llegar los sindicatos", manifestó el presidente de la patronal.

Rosell ofreció su apoyo al Ejecutivo y a los grupos parlamentarios para el momento en que tengan que llevar al Parlamento esta medida.