En declaraciones a Radio Nacional de España, Corti aseguró que en principio” Alemania ha “cumplido los pasos previstos en el Reglamento Europeo de Seguridad Alimentaria, que instaura el sistema de alerta rápida”.

Este sistema incluye una valoración de las pruebas por parte de la Comisión Europea antes de lanzar la alerta, explicó, y apuntó que por dicho motivo ve “difícil” conseguir compensaciones mediante la vía de invocar una actuación improcedente del ejecutivo alemán.

Asimismo, Corti recordó que el Reglamento de Seguridad Alimentaria se inspira en “el principio de precaución”, que permite solicitar medidas “aun sin tener datos científicos totalmente contrastados”.

“A pesar de que en este asunto España ha salido muy perjudicada, Alemania puede considerar que actuó dentro de la flexibilidad del derecho europeo al argumentar que “lo hacía para salvar vidas humanas”, declaró. Corti insistió también en que el citado principio de precaución “por naturaleza no es proporcional” respecto a la información con la que se cuenta, ya que permite actuar ante casos de falta de datos contrastados. “Esto es, prima la seguridad de la población sobre otros valores, por ejemplo los económicos”, explicó, y como ejemplos puso el caso de las ‘vacas locas’ y el régimen “tan estricto" con que la UE regula a los alimentos transgénicos.

Lo que Corti sí admitió haber echado en falta fue la actuación de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, pues “todo ha sido manejado por las autoridades sanitarias alemanas”, afirmó.

A su juicio “habría sido conveniente”, pues al ser una autoridad comunitaria habría aportado una “opinión más completa del asunto”.